LOS SALVAPATRIAS.

Como desde que ha ganado las elecciones Donald Trump o el “bocas” como yo lo he bautizado, se ha armado un enorme revuelo, por lo “zumbado” que parece estar, y hay gente que dicen que hasta tiene ya el dedo preparado para darle al botón de las nucleares y mandarnos a todos al garete, me he molestado en hurgar por ahí un poco, que así es como te enteras de las cosas y aprendes. Y resulta que desde que Estados Unidos fue fundado en 1776 hasta ahora 2016 los “salvapatrias” (EE.UU.) de sus 239 años de existencia, 222 se los han pasado en guerra, invadiendo países y bombardeando todo lo que han pillado. Solo durante 21 años desde su fundación como Estados Unidos, se han mantenido quietitos y sin joder a nadie. La única vez que EE.UU. estuvo cinco años seguidos sin pegar tiros fue entre 1935-1940 durante el periodo aislacionista de la Gran Depresión previa a la Segunda Guerra Mundial. Estas “hazañas bélicas”, de los yanquis nos lleva a la conclusión, de que prácticamente ningún presidente de los EE.UU se pueden calificar como presidentes de la paz. Todos pueden ser considerados como presidentes de guerra, y ojo al dato como diría el famoso periodista José María García, que entre todos ellos, el más bélico y guerrero ha sido el morenito Obama, a ese que le concedieron por su extraordinaria labor el Nobel de la Paz, y el bueno de Obama en menos de seis años bombardeó siete países. “Mis más sinceras felicitaciones para los lumberas que otorgan estos premios”. Yo muchas veces me he preguntado que sin la protección de Estados Unidos, que sería del mundo, ya que gracias a la custodia de estos vigías la seguridad mundial la tenemos garantizada, porque que sin ellos viviríamos en un caos permanente, sin sosiegos, ni paz ni respiros. En algunas de las guerras que han promovido, han salido con el “rabo entre las piernas” como les sucedió en Vietnam, y cuando sus soldados regresaron a casa los trataron como “mierdas”, por haber perdido la guerra; y ese hermoso país es al que algunos admiran, porque se trata de una nación con profundos sentimientos, admiración  respeto, y sobre todo defensor a ultranza de los Derechos Humanos. Una nación que repudia hasta a sus propios combatientes cuando pierden una guerra, nos dan las claves de lo que les importa cuando invaden un país y lo bombardean masacrando a civiles y desestabilizando una región, ya que el desorden que ellos provocan es mucho más grave que el que originó el país al que asaltan, aunque este se vea sumido en una guerra civil. Y lo peor es que cuando EE.UU interviene, lo hacen únicamente por intereses propios y sacar tajada   En muchas guerras de las que han metido los hocicos  es sin el consentimiento ni autorización del Consejo de Seguridad de la (ONU), pero ellos se lo pueden permitir, porque están por encima del bien y del mal. Para no hacer la entrada muy larga, ya voy a ir cortando y estos son los países en los que ha intervenido militarmente EE.UU solo en los últimos treinta años. Granada 1983, Panamá 1989, Irak 1991, Somalia 1993, Yugoslavia 1995, Afganistán y Sudán 1998, Yugoslavia 1999, Afganistán 2001, Paquistán, Yemen Somalia 2002, Irak 2003, Libia 2011. Y Siria, que sigue en guerra y ya veremos cómo queda el asunto. Ojalá que el “bocas” y “zumbado”, de Trump no siga por la misma línea de todos sus antecesores, pero  si lo hiciese, sería uno más en la lista, y ni mucho menos el más malo de la película ya que todos los presidentes antes que él; liaron la marimorena. Por supuesto no comparto la barbaridades que ha soltado Trump por esa “bocaza”,  arremetiendo contra la mujeres, los homosexuales y ese odio racista; y probablemente todas las normas y leyes que quiera aplicar en su país sean nefastas para los norteamericanos, pero referente a la paz y a la seguridad mundial, me parece injusto que ya se le quiera crucificar sin saber realmente en políticas exteriores cuáles son sus intenciones. Si realmente pretende estrechas relaciones con Rusia, creo que la estabilidad mundial estaría más segura, porque Putin tampoco es un angelito caído del cielo. Si Trump la caga ya lo condenaremos nosotros y la historia, aunque a todos los presidentes yanquis por mal que los trate la historia se las trae al pairo.