Una monja escocesa de 55 años que al nacer fue abandonada en un orfanato, recibe como herencia de la madre que la parió un burdel, y al parecer el prostíbulo funcionaba a las mil maravillas. La monja se ha portado como una santa, lo ha vendido, y ha entregado toda la pasta a los niños necesitados de la India. Menos mal que la Iglesia no ha heredado ni el dinero ni el negocio.
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Hace 6 horas
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