El Che Guevara viajó a España en plena dictadura franquista
con el consentimiento de Franco, pero con la condición de la que visita no
fuese oficial, sino turística, y otras de las limitaciones que impuso el
dictador fue que nada de entrevistas, ni ruedas de prensa, ni encuentros con la
“oposición”; “aquí sí que se lució”, puesto que en España no había opositores,
ya que todos habían sido fusilados años atrás, o estaban en las cárceles. Y por
supuesto la estancia del Che siempre estaría controlada por los servicios de
inteligencia españoles y la policía secreta. Como a España y a Cuba todavía le
seguían uniendo lazos, el franquismo aceptó la petición del Che y del séquito
que le acompañaban, para pasar unas horas en Madrid, a pesar de que sus
gobiernos eran totalmente opuestos. Fue
el 13 de junio del año 1959 cuando Ernesto Che Guevara, pisó suelo español en
el aeropuerto de Barajas, en una escala de unas dieciséis horas, ya que después
partiría a recorrer otros países como: Japón, Paquistán, Indonesia, India,
Egipto, Yugoslavia y Marruecos. Con estos viajes tras el éxito de la revolución
cubana, el Che, pretendía tomar nota de lo bueno de otros países, para
implantarlo en el reciente sistema de Gobierno cubano. Como en aquella época en
España, las noticias de lo que sucedía en el exterior debido a la férrea
dictadura, eran prácticamente nulas; el Che Guevara y la escolta que trajo con
él, a pesar de ir con el uniforme militar cubano, fueron muy pocos los que
llegaron a reconocerle. Y si alguno lo hizo se quedó atónito porque llegaron a
confundirlo con Fidel Castro. El joven líder revolucionario fue recibido por
miembros de la embajada cubana en España, por el periodista del diario “Pueblo” Antonio D Olano y un jovencísimo
fotógrafo ya que entonces tenía tan solo dieciocho años César Lucas, que fueron
los dos españoles que durante su corta estancia en España, cubrieron la
información de Ernesto Che Guevara. Sin embargo durante el tiempo que estuvo en
España no salió publicada ni una sola imagen de Che, cosa que sí ocurrió en
otros países. Cabe recordar, que hacía tan solo seis meses escasos que la
guerrilla de Fidel Castro, había derrotado a Batista, y como he apuntado más
arriba el Che buscaba formación e información en la organización de otros
países, para incorporar al régimen cubano lo más conveniente de cada país. Al
parecer el Che creía que los barrios periféricos de Madrid se encontraban en un
estado de mayor miseria, pero se quedó sorprendido, de que aunque se viviera de
forma humilde, en barrios como Carabanchel no se hallaba la pobreza que él
esperaba. En su estancia visitó la Ciudad Universitaria, de la que observó con
detenimiento las instalaciones deportivas. También visitó la plaza de toros de
Vistalegre, vacía en ese momento, y unos grandes almacenes ya desaparecidos de
Galerías Preciados. El Che compró durante su visita a Madrid una máquina de
escribir portátil y varios libros sobre la historia de España. En su primera
estancia se hospedó en el Hotel Plaza, un hotel de lujo frecuentado por famosas
estrellas de cine, del que pasó desapercibido. En el mes de septiembre cuando
concluyó su visita por los países que he mencionado, el Che Guevara volvió de
nuevo a España, y de nuevo hizo escala en Madrid, y en esta ocasión hasta llegó
a dar un pequeña rueda de prensa, y acudir a una corrida de toros. En el año
1966, el Che otra vez regresó a España, y de nuevo aterrizó en el aeropuerto de
Barajas de Madrid, pero esta vez ya lo
hizo con pasaporte falso y disfrazado totalmente para que no le reconocieran,
haciéndose pasar por un comerciante de Montevideo con el nombre de Ramón
Benítez. Lo curioso es que en esta ocasión nada se supo de su estancia, ni a
quién vio, ni a qué vino; o los pocos que lo supieron nunca lo han contado. Por
cierto el pasaporte falso que utilizó para entrar en Madrid, fue el mismo que
usó para entrar en Bolivia, donde poco tiempo después el 9 de octubre de 1967
fue asesinado ya que no tuvieron cojones ni para matarlo de darle una muerte
digna. La muerte del Ernesto Che Guevara a los 39 años a manos de la CIA y de
unos cuantos soldados bolivianos acabó con el joven revolucionario, pero tal
vez cometieron un grave error, ya que con su muerte; nació el mito y la
leyenda.
EL SOPLO AL CORAZÓN
Hace 13 horas