MIS FRASES SENTENCIAS Y OTRAS OCURRENCIAS.

Un buen médico analizando psicológicamente al paciente, cura más que la medicina.

Hace tiempo atrás me dijo mi amigo el cura que si nos apuntábamos a zumba; y yo le dije que siempre y cuando me garantizara que a mí no me zumbara nadie.  

Tengo un primo murciano cuya pareja, ella malagueña para más señas, ha tenido un hijo chino; él dice que no se lo explica, y yo para tranquilizarlo le he dicho que no le dé vueltas, que él no ha tenido nada que ver.   

Si un anciano de setenta y cinco años se casa con una joven de treinta; la joven corre un gran riesgo, puesto que las posibilidades de que el viejo se le muera en la cama son más que probables.  

Entre el apetito culinario, y al apetito sexual no hay gran diferencia; ya que al fin y al cabo ambos sirven para saciar el hambre.

Tras caer en mis manos un libro sobre educación y comportamiento cívico, he mejorado notablemente mis modales. En las reuniones ya no hablo con la boca llena, ni me ventoseo ni me rasco los genitales: ahora solo le tiro las cascaras de plátano al vecino y asusto a los niños.

Un compañero de trabajo dice que su mujer siempre tiene que estar encima de él: Ahora comprendo lo demacrado que está.

Cada vez me gustan menos los políticos; la mayoría son como sanguijuelas que se agarran al pueblo para chuparles la sangre.

No he crecido mucho como persona; de hecho, durante veintiocho años he usado las mismas bermudas.

Los ricos y famosos tienen a su disposición psicólogo y abogado; yo me analizo a mí mismo, porque el psicólogo  que tenía de la Seguridad Social se volvió loco y se tiró desde un puente, y abogado Dios me libre de tenerlo; porque cuando acudes a estos, algún pleito hay de por medio.

La sombra no es nada más que la proyección de un cuerpo debido a la luz que incide sobre él: esto es a nivel físico. En resumidas cuentas la sombra es una cagada que no sirve para nada, en todo caso para que te asusten o asustes. Y si encima uno tiene malasombra es un inoportuno y malaje.

Con lo obvio que resulta, y me ha costado mucho llegar a esta conclusión: si abro una ventana veo muchas cosas; en cambio si la cierro no veo nada.

Bien de momento ya no se me ocurren más gilipolleces, pero seguro que con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide; habrá más frases, sentencias y otras ocurrencias.