MIS FRASES SENTENCIAS Y OTRAS OCURRENCIAS.

Cuando un tonto coge la vereda ni la vereda deja al tonto ni el tonto deja la vereda. Esto es lo que me está ocurriendo a mí con estas últimas entradas, de mis frases; sentencias y otras ocurrencias.

La cabeza visible de la Iglesia es el Papa yo la verdad es que al Papa Paco no lo veo tan cabezón. Hay otros con mucha más mitra.

Hace muchos años vi un documental referente a la libertad sexual que había en Dinamarca y decían que allí las farmacéuticas no llevan bragas y creo que es verdad: entrevistaron a una en la puerta de una farmacia y tenía los zapatos llenos de caspa.

Los hijos son padres cada vez más mayores llegará el día que por edad y aspecto los padres serán los abuelos, y los abuelos no llegarán a conocer a los nietos porque ya estarán criando malvas.  

La religión son dogmas de fe o crees o no, pero hay que tener mucha fe para creer en algo  inexplicable.  

Siempre se ha dicho que la realeza es de sangre azul: y una mierda. Lo que han hecho siempre es no hacer fuerza ni para cagar y la sangre que tienen es de horchata.

No bebo, pero comer me como a Cristo por los pies; lo que no puedo es con la verdura y hortalizas, me pongo color magenta y con diarrea osmótica, unas cagaleras provocadas por los guisantes de chasquido y la borraja escocesa.

Pedro negó a Jesús tres veces ahora lo haría por WhatsApp y escribiría: “no lo conozco de ná”.

Como mis antepasados eran coreanos bailo “hyang-akjeongjae” típico baile coreano muy similar a “La Raspa”, pero rascándose el culo.

En la posguerra la gente popularizó un dicho que decía: “en mí casa no comemos pero nos reímos mucho”. Ahora hay gente que ni come, ni se ríe y los echan de sus casas.

Dios aprieta pero no ahoga: menuda reputación tendría Dios si anduviera por ahí estrangulando a la gente.

Si con poco se puede ser feliz con mucho y bueno tocas el cielo.

Cuando me muera deberían canonizarme es más lo exijo ya que estoy cumpliendo todos los requisitos: sirvo a Dios, soy venerable y según me trajino a las beatas estoy a un paso de que me hagan santo.

Para mí edad el canario todavía canta con brío y alegría, y sino que se lo pregunten a las beatas.

Y siguiendo con la edad lo que me estoy volviendo es más sentimental; ahora de cualquier cosa lloro a moco tendido sobre todo cuando mi mujer me dice: “esta semana con diez euros ya vas que escarbas”.

Me gusta que se sacrifiquen por mí, y mi abrazo y beso lo tienen asegurado.

Cuando me acicalo estoy más guapo que un San Luis y cuando no también que cojones.