LOS TOROS EN EL OJO DEL HURACÁN.

Soy un simple aficionado de los festejos taurinos en cualquiera de sus modalidades y facetas, aunque ni mucho menos experto ni entendedor en la materia. Y un aprendiz de la escritura que le gusta plasmar, comentar y sobre todo dar su opinión de aquellos temas que puedan suscitar interés, pero en ningún momento pretendo dar lecciones ni de toros ni de ninguna otra cuestión ya que no tengo capacidad ni el intelecto suficiente para que mis textos puedan repercutir o influir de modo alguno en quienes los lean. Con mis comentarios simplemente trato de entretener, y si consigo distraer a alguien con ellos ya me doy por satisfecho. Y ya sin más preámbulos paso a dar mi criterio de lo que está sucediendo con la fiesta de los toros. Ya no sé si fue en éste medio o en otro, comenté que los antitaurinos y detractores de la fiesta se mueven bien y rápido, y como los aficionados no se movilicen pronto vamos a verle las orejas al lobo antes de lo que nos imaginamos. El director de RTVE ha declarado hace muy poco que puede que vuelvan a retransmitirse por la cadena pública corridas de toros, que así sea, ya que desde luego hace mucha falta promocionar la fiesta. Hay que ser realistas y afrontar la situación y desde luego la llamada “Fiesta Nacional”, no está para muchas virguerías. Las imágenes triunfales de José Tomás mostradas en los medios, no son suficientes ni mucho menos para realzar las corridas de toros, ya que es como mirar por un catalejo y ver pasar una imagen fugaz sin repercusión alguna. Las corridas de toros van en decadencia a marchas forzadas, y quién no quiera reconocerlo ni verlo tal cual o es bobo o está ciego. A los jóvenes no les interesan las corridas de toros, de hecho la mayoría de espectadores que acuden a las plazas superan de buen pedazo los treinta años, a la juventud y a un amplio sector de aficionados lo que les gusta y con lo que disfrutan son con los toros de calle; incluso muchos expertos y veteranos corredores de encierros no han pisado jamás una plaza de toros. Ahora han saltado a la palestra los políticos catalanes y una mayoría de ellos quieren prohibir las corridas de toros. Y en el País Vasco la ley ya prohíbe a los menores de dieciséis años que presencien cualquier tipo de festejo taurino si no van acompañados de un adulto. Son unos simples datos de entre los muchos que surgen a diario con el propósito de abolir los toros, y cada vez son más las voces y asociaciones que se alzan para cepillarse la fiesta. “La cosa se está poniendo muy malita y como no se haga algo al respecto van a acabar merendándonos” Y el problema no erradicaría con el que un día consigan suprimir las corridas de toros; el embolado está que si dan ese paso con el transcurso del tiempo acaban extirpando todo tipo de festejo allá donde asome un toro. Los toros están en el ojo del huracán y como dijo el político británico: Winston S. Churchill si queremos ganar ésta guerra tendremos que aliarnos si es preciso con el mismo diablo.