COMENTARIO DEL DÍA.

Imagen tomada de Internet.

Un borracho escala una montaña de los Alpes cuando trataba de llegar al hotel. Estaba buscando el camino de vuelta a su hotel, ser perdió y acabó subiendo una montaña de 2.400 metros. Se trata de un  turista estonio de nombre Pavel que finalizó su odisea  en un restaurante de una estación de esquí de los Alpes situado a 2.400 metros de altura, mientras buscaba el camino de vuelta a su hotel en una noche de fiesta. Ante la imposibilidad de encontrar su habitación debido a la borrachera que llevaba, se encaramó por la ladera de la montaña hasta llegar a “Igloo” nombre del restaurante de la estación de esquí. Una vez allí y pensando que había llegado al hotel, Pavel se quedó dormido sobre un banco acolchado, tal y como explica “La Stampa”, donde fue encontrado horas más tarde. Al saber de su desaparición, la policía, los bomberos y lo equipos de rescate iniciaron su búsqueda pero no lograron encontrarle ya que nadie se podía imaginar que el menda había ascendido 2.400 metros de altura hasta la estación de esquí. Además cabe destacar que su vestimenta no era la adecuada, y no iba preparado ni para el frío ni la nieve, es más no llevaba ni botas, solo unos zapatos. Tras llegar allí que no se sabe ni como lo logró, cogió dos botellas de agua del restaurante, que le sirvieron para calmar la sed, después del palizón que se pegó escalando la montaña. Al día siguiente fue encontrado por el personal del local, y se calcula que llegó sobre las 3 de la madrugada, pero no lo localizaron hasta las 8,30 que abrieron el restaurante. El borracho de Pavel se enfrenta ahora a una multa, por haber movilizado a todos los equipos de rescate. Con multa o sin ella y por semejante hazaña yo le daba una medalla. Seguro que deportistas muy bien entrenados y serenos no lo consiguen ni de día, y este tío sin preparación lo hizo borracho y de noche. Igual le podía haber costado la vida, pero la proeza de este beodo se merece un premio y gordo. La bebida no es ni sana ni aconsejable, es una perdición, pero ha habido gente que puntualmente y por fuerza mayor, se han visto obligados a recurrir al alcohol, y ebrios han realizado gestas que sobrios ni las habían imaginado; por ejemplo en el ámbito militar y en tiempos de guerras se han dado varios casos.

(No sé cuándo ocurrirían estos hechos del borrachín; la Cadena Ser publicó la noticia hace unos días).