Que te cesen o te echen de un cargo público debe suponer una gran tristeza. Y no por el dinero que dejes de "ingresar", si no por los amigos que te creías que lo eran y te cuelgan. Cuando las cosas ruedan mal es cuando todos deben tirar del carro y acarrear con las consecuencias. Entonces es cuando realmente te das cuenta quién te quería bien y quién te da la puñalada trapera.
UNA TARDE EN EL CIRCO
Hace 3 horas
Pues a este, se lo han explicado, un beso
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