Algunos sujetos es tal la obsesión que tienen con abolir las corridas de toros, que su deseo se ha convertido en una manía persecutoria que va más allá del puro fanatismo, y los fanatismos no son buenos en ninguna de sus facetas. Si algún día se prohibieran en España los toros, al carecer de argumentación y faltarles su psicosis enfermiza, en cuatro días se morían.
UNA TARDE EN EL CIRCO
Hace 4 horas
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