LA POLICÍA NACIONAL SE QUEDA SIN BALAS.

España está entre los diez países del mundo que más armas exporta, el año pasado en concreto las exportaciones españolas de armamento alcanzaron los 934,4 millones de euros, en cambio nuestra Policía Nacional no disponen de balas para practicas. De los 56.000 agentes que consta la plantilla 26.320 no realizan practicas de tiro osea menos de la mitad, porque no hay ni munición, ni campos de tiro suficientes para todos ya que el presupuesto para estos menesteres no da para más. El 47% de efectivos se queda sin ensayar lo que significa que el adiestramiento no es el adecuado. El estudio lo ha realizado el Sindicato Unificado de Policía (SUP) “ que el adiestramiento no es el adecuado lo digo yo, ya que a mi parecer un arma de fuego es algo muy serio y se debe estar muy bien preparado, primero por seguridad del portador del arma y segundo por seguridad ciudadana”. La Confederación Española de Policía (CEP) afirma que lo ideal es que el 100% de agentes practiquen con su arma reglamentaria cuatro veces al año, una por trimestre, empleando cada miembro 25 balas o lo que es lo mismo gastar 100 cartuchos al año y así consta en el Plan Nacional de Tiro cosa que a lo visto no se cumple. El (SUP) dice que actualmente hay 400 agentes en el centro de Carabanchel preparándose para inspectores y comisarios y que no disponen de galería de tiro. El propio Ministerio del Interior ha reconocido los hechos y es sabedor de las carencias de la Policía Nacional en este aspecto. Esperemos que se solucione el asunto y que la Policía no se vea obligada a practicar con pistolas de agua. Igual el Ministerio ha pensado que las balas hacen pupita y mientras menos se manoseen mejor, pero como decía un humorista a las balas no hay que tenerles miedo sino a la velocidad que traen. Un policía no es Steven Seagal que con cuatro ostias zanja el tema; si un agente desgraciadamente se ve obligado a utilizar su arma que haga blanco donde toca, y para eso hay que estar muy experimentado, no vaya a fallar y le dé en el culo a uno que vaya a por tabaco.