LA ASOCIACIÓN TAURINA PARLAMENTARIA.

La Asociación Taurina Parlamentaria constituida actualmente por setenta miembros de parlamentarios nacionales y autonómicos, eurodiputados y ex parlamentarios de distintos grupos políticos, han celebrado una reunión en el Palacio del Senado en la que han aprobado dar un respaldo incondicional a los parlamentarios taurinos catalanes en la defensa de la Fiesta en dicha comunidad, redactándose al efecto una declaración. La declaración ante la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) consta de cuatro puntos; (y paso a redactarlo tal y como figura en el informe). PRIMERO: Esta asociación, respetando el libre derecho para proponer iniciativas dentro de los cauces legalmente establecidos, reitera una vez más su absoluta discrepancia con la finalidad de dicha Iniciativa, por entender que su aprobación supondría una gran pérdida para el patrimonio histórico y cultural de Cataluña, donde siempre ha existido una secular tradición taurina. SEGUNDO: Que además, la prohibición que la Iniciativa pretende, supone atentar gravemente contra la pluralidad de aficiones y preferencias que es consustancial en una sociedad libre y democrática. TERCERO: Que igualmente la prohibición supondría una vulneración del respeto a la libertad del pueblo de Cataluña en una manifestación tan arraigada como la Fiesta de los Toros por lo que exigimos respeto y tolerancia para quienes desean la continuidad de la misma. CUARTO: Por último, esta Asociación expresa su total solidaridad con los parlamentarios que están a favor de la Fiesta ofreciéndoles todo apoyo que precisen en tarea de oposición ante tan injustificada prohibición. Al margen de las manifestaciones de los políticos, José Tomás ha declarado que si el Parlamento Catalán le invita, estaría dispuesto a mostrar su postura frente a los antitaurinos. El torero madrileño tras sus triunfos en Barcelona dice que a él más que a nadie le duele mucho lo que se pretende hacer en Cataluña, y que todos los toreros deberían opinar lo mismo. De momento el toro permanece en chiqueros, a la espera de que suenen clarines y timbales.