MANIFESTAROS COMO E.T.

La Iglesia Católica durante siglos se ha mostrado reacia a la posibilidad de que existan otros seres vivos en alguna otra parte del Cosmos o Universo. Pero como en estos últimos años no tienen el patio para muchos truenos, ni las campanas para muchos volteos, ya que no tienen muy contentos a los parroquianos y los seguidores cada vez son más escasos, parece ser que están dispuestos a aceptar que hay no se sabe dónde alienígenas para en el momento que aparezcan captarlos y comerles el tarro. Al menos según se desprende de las declaraciones del jesuita cordobés, pero no de la Córdoba de Andalucía sino de Córdoba (Argentina) José Gabriel Funes, y que no se ha cortado un pelo para decir que puede ser que existan extraterrestres. Y ojo que éste no es un cura cualquiera, ya que el padre Gabriel Funes es el astrónomo del Papa, y con tan solo 43 años el director del Observatorio del Vaticano; no cabe duda que el mirar las estrellas le ha permitido llegar muy alto. El jesuita dice que si San Francisco de Asís decía “hermano lobo”, por qué no podemos decir hermano E.T. Pero bueno menos mal que ha tranquilizado a los cristianos, ya que ha dicho que no hay que temer si hay vida extraterrestre: “a lo visto no tienen mala leche”. Este hombre es todo un experto en lo referente a la astronomía, cuerpos celestes y demás, ya que posee varios doctorados de distintas universidades, es autor de numerosos trabajos científicos y conferenciante. El Vaticano se vería obligado a reconocer que si realmente existen marcianos, estos estarían libres del pecado original, puesto que si son de otra galaxia no son terrestres y no descenderían de Adán y Eva. Yo no creo que existan otros seres ya que de lo contrario se habían manifestado, a no ser que estén esperando que la casquemos todos para ponerse ciegos de jamón serrano. El único extraterrestre que hasta ahora ha dado la cara ha sido el E.T. de Steven Spielberg, ya que hasta la fecha el fenómeno OVNI es un objeto volador no identificado. Lo malo sería que se presentaran en el Vaticano diminutos personajillos portando por cabeza una bombilla de 60 vatios, por piernas tres patas de corcho y los mocos colgando. Y digo lo malo porque si tuvieran un Dios, y fuera más poderoso que el Dios de los cristianos ya la habíamos cagado tía Paca. Crudo lo iba a tener la Iglesia para evangelizarlos, y ante tal percal habría que preguntarle a Gabriel Funes: ¿y ahora qué maestro?.