Andan por ahí unos virus de vómitos y diarreas que te vas por la pata abajo como los sisones, y yo como doy poco y repliego lo que puedo me he visto asaltado por uno de esos ingratos gérmenes. Mi calvario particular comienza el jueves día 19 de noviembre después de cenar. Como me como a Cristo por los pies, al rato del suculento manjar noté que me daban ansias, pero no le dí la mayor importancia salvo a mi mujer que empecé a darle la vara, como soy propenso a coger gases y aveces me pongo de aires que me inflo como un balón de playa, tiré mano a unos polvos que me recetó el médico hace tiempo y me los engullí, pensando que era de la tripá de comer, pero las angustias continuaban y aquello ya me mosqueaba un poco, pero en fin me acosté y al poco rato comenzó la fiesta. Me empezaron a dar unos temblores de la leche, y tuve que echarme en el lado de mi cama un pantalón vaquero, una bata que casi nunca uso y un batín de mi mujer, pero aún y así las escalandracas no cesaban y a continuación vinieron las arcadas con lo cual tuve que ir al baño y poté lo que no hay en los escritos, más tarde fueron los acaloramientos y ya me molestaban hasta los calzoncillos, de nuevo tuve que ir a vomitar y así de esa guisa pasé la noche. Pero lo dramático para mí estaba por llegar, y a eso de las siete de la mañana supongo que de la fiebre me notaba la garganta más seca que un esparto, por lo cual me levanto y me voy a la cocina a beber agua pero no me dio tiempo ni de acabar el vaso; en cuestión de décimas de segundos me desmayé y caí al suelo como un saco de patatas, sólo recuerdo que al cabo de unos instantes y con las patas enredadas en una puerta de aluminio sin poderme incorporar, empecé a gimotear y a llorar como un niño chico. El porrazo fue sonado y mi mujer como duerme poco como las lechuzas, al oír mis sollozos acudió veloz a la cocina me encontró hecho un ocho y comenzó a gritarme: ¡Rafa, Rafa que te pasa! y Rafa no respondía ni pa Dios, como mi querida esposa es fuerte y robusta como un toro y yo soy poca cosa, consiguió rodearme con sus brazos y sentarme, ya vio que sangraba por la frente y se puso a darme palmaditas en la cara, durante unos segundos parece ser que recuperé algo y le dije- me he caído- pero según mi mujer y como la alegría dura poco en la casa del pobre, otra vez me desplomé y esta vez me quedé con los ojos en blanco como dos bolas de alcanfor, la lengua como la suela de un zapato me colgaba sobre el morro, y mi mujer dice que mi mirada era la de una cabra extremeña. Al poquito rato acudieron también mis hijos y ya al oír varias voces me fui espabilando, me pusieron de pie y ya me dí cuenta de que tenía una brecha en la frente y otras magulladuras de menor importancia. Cuando volví en sí chorreaba sudor como si me hubiesen tirado un cubo de agua por encima, y me vino un apretón que me cagaba vivo, así que tambaleándome me fui al retrete y yo creo que me cagué pero no de la gastroenteritis que más tarde me diagnosticaron sino que me cagué de susto. Avisaron a la ambulancia y tras un primer reconocimiento me colocaron un gotero, una redecilla en la cabeza y me trasladaron al hospital. Los facultativos que me atendieron en casa dijeron que era una bajada importante de tensión y ese fue el motivo de mi desfallecimiento. En el hospital me hicieron todas las pruebas pertinentes incluido un TAC por sí me había jodido algo de la cabeza. Pero lo primero que hicieron cuando nos recibió el médico tanto a mí como a mí mujer fue ponernos una mascarilla por si teníamos la gripe A, cosa que volvió a acojonarme y creo que marqué un poquito, ya que de nuevo se me descompuso el cuerpo. Afortunadamente y tras permanecer ocho horas en una camilla el diagnóstico final fue una gastroenteritis que derivó en una caída fulminante de tensión “y tan fulminante”. Me cosieron la frente en vivo, ya que dicen que es lo mejor en esos casos y me enviaron para casa. No sé los puntos que me dieron, pero que más dará. Mi hijo el mayor dice que con el viaje que me arreé me podía haber quedado muñeco, y yo más tarde pensé que efectivamente tuve mucha suerte ya que la podía haber cascado más o menos por las fechas que lo hizo Franco.
ADIOS NOVIEMBRE
Hace 57 minutos
Lo lamento compañero del ciberespacio. Has tenido un síncope vasovagal secundario a una GEA. Como tú muy bien dices una importante bajada tensional. Moraleja cuando uno está malito y probablemente con fiebre le llevan el agüita a la cama y nos movemos lentamente pa que se adapte el cuerpo.
ResponderEliminarCuidate, reposo y rehidratación. Un abrazo compañero.
Gracias Ramón ya me encuentro bien. Hasta la costura que me hicieron en la frente, a pesar de llevar siete puntos del viaje que me metí, se me ha quedado la mar de mona. Los sanitarios que me cosieron se ven que eran unos manitas de la ostia. Ya me dijeron que me la iban a dejar como el culo de una muñeca. Disfruta del puente si puedes cogerlo. Un abrazo: Rafa.
ResponderEliminarMe he reído mucho con el artículo, pero el golpe podría heber sido fatal. Me alegro que estés bien. Saludos.
ResponderEliminarVengo del blog de tu mujer y me he reido mucho con tu articulo. Felicidades y espero que ya estés bien.
ResponderEliminarSaluditos
Hola he leido tu artículo, recomendado por Robledo y la verdad que me he reido un buen rato, pero seguro que lo pasasteis muy mal. Me alegro que estés recuperado. Saludos
ResponderEliminarTu mujer nos ha recomendado tu página, buen comienzo con este artículo tan descriptivo.
ResponderEliminarUn saludo, seguiré leyendote
La verdad que fue grave, y el susto que pasarias, pero como lo cuentas, no he tenido mas remedio que reirme... Espero que te encuentres bien...
ResponderEliminarUn beset
Hola!!1
ResponderEliminarVengo del Blog de Robledo y me he reido bastante con el artículo!!!
Espero que ya estés Bien!!
Como dice Robledo, no paras de reirte cuando lo lees, aunque en ese momento dudo que te rieras mucho. Me alegro que ya estes bien y sigas escribiendo. Felicidades por tu artículo.
ResponderEliminarHola vengo del bloc de Robledo.
ResponderEliminarQue risa ahora como lo cuenta,pero me imagino el susto.
Espero que ya este recuperado.
Hasta pronto!!!
Vengo del blog de tu Santa. Pues eso, que ahora mucha risa... pero el susto ha debido ser monumental... Me alegro de que el golpe no te haya afectado la capacidad de escribir ni el sentido del humor. Un besuco.
ResponderEliminarvengo del blog de Robledo..me alegro de que todo haya pasado y no haya sido mas grave...menuda experiencia...saludos!!
ResponderEliminarPobrecito Rafael, y la pobre Robledo tirando de ti.
ResponderEliminarhay hay rafa rafa
ResponderEliminarcom te tengo que decir que no estas para esos trotes jejejeje
usease que casi te pasa como aquel que si no se muere de una cosa se muere de otra
acuerdate de lo que te va a decir el manu
come como un rey y cena como un mendigo y veras que bien vas
jajajajaja
enga rafel me alegro de que ya estes bien ,cuidate un saludo y un abrazo de tu amigo de chiva
Hola Rafa, vengo del blog de Robledo y sinceramente a mi me daban los mismos escalofríos que a ti, sólo de pensar lo mal que lo pasaste. Espero que ya te encuentres mejor. Saludos
ResponderEliminarHola Anónimo; gracias por tu comentario, efectivamente ya estoy bien y dispuesto a seguir dando la vara. Cuídate y saludos.
ResponderEliminarGracias a todas por vuestra atención y comentarios. Gracias de verdad. Os envío un beso muy fuerte en toda la frente.
ResponderEliminarHola Manu; me das una gran alegría cuando te dejas asomar por aquí. Como bien dices ya no estoy para muchos trotes, por cuatro vómitos y dos chorretás casi la casco. Gracias por tu visita y un fuerte abrazo de tu amigo Rafa.
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