Se ve que con tanto jolgorio los creyentes profundos han dejado de lado los rezos, y no han pedido al Divino que la meteorología fuera la más óptima para poner punto y final a las fiestas. La víspera de Reyes no invita ni mucho menos a recibir a sus Majestades. Como a Baltasar se le borre el tinte con la lluvia menudo desencanto.
ADIOS NOVIEMBRE
Hace 4 horas
Hasta los Camellos se han "empachado" con tanta agua.
ResponderEliminarSerá la falta de costumbre.
RUISEÑOR lo de los Reyes Magos es otro camelo más de los muchos y muchos que nos ha metido la iglesia. Ni esos reyes existieron, ni eran magos ni mucho menos daban regalos. Cuídate.
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