La justicia alegando vejación impone una multa de 300 euros a un maestro por llamar ceporro, palurdo e inútil a un alumno. Si cada vez que algunos maestros fueran indemnizados por las humillaciones de algunos de sus alumnos, en unos cuantos años se podían retirar a vivir plácidamente a unas islas de las Bahamas.
ADIOS NOVIEMBRE
Hace 4 horas
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