MENOS DA UNA PIEDRA.

El obispo de Segovia monseñor Ángel Rubio Castro ha pedido recientemente a los sacerdotes de las diócesis, que destinen el 10% del salario de el pasado mayo a las familias que se hallen en paro o en situación precaria. El prelado segoviano formuló la petición tras la celebración de la Misa Crismal. Una misa especial que convoca en la Catedral a más de 120 sacerdotes de la provincia de Segovia, y que se celebró al inicio de la pasada Semana Santa. La donación según él miltrado se realizaría a través de Cáritas Diocesana para que los párrocos estén tranquilos y sepan con seguridad adonde van a parar las perras de aquellos que decidan cooperar. Pues hombre como se suele decir menos da una piedra, ya que los curas no se estiran ni en la cama. Si todos los presbíteros de España hicieran lo mismo sería un bonito gesto por parte del clero. Un sacerdote gana de 600 a 900 euros depende de la diócesis, y un obispo está alrededor de los 1.000 euros. Muchos, pero muchos trabajadores de éste país no llegan a los 1.000 euros al mes y tienen que mantener una familia. Un obispo o cura raso tanto da; el jornal es limpio de polvo y paja, ya que la vivienda con todos los gastos que conlleva de agua, luz etc no les cuesta un clavo. Son solteros; pero como vicarios de Cristo se entiende que no se van a ir de jarana el fin de semana. Y se da por hecho de que tienen que llevar una vida ordenada y sin grandes lujos. No digo yo que que se conformen con un vaso de vino y un trozo de pan como la canción de Julio Iglesias, pero tampoco es cuestión ni sano que se hinquen una mariscada día sí y otro también. “Por la tanto el jornal que se les asigna no está nada mal”. Si luego tenemos en cuenta de que muchos de ellos imparten clases de religión en colegios o enseñanza en general, y algún que otro menester que eso son ingresos extras: aunque dieran de por vida el 10% de su salario no les iba a tocar mendigar. Cristo vivió en la pobreza y así nos lo recuerdan. Que prediquen con el ejemplo y suelten unos talegos, que de sermones nadie come.