Escribir Por Afición es un blog personal en el que comento noticias, publico escritos o simplemente escribo sin más. ¡Espero que os guste!

miércoles, 22 de abril de 2009

QUE CADA PALO AGUANTE SU VELA.

Es bueno que entre los medios de comunicación de una ciudad como Torrent exista rivalidad, ya que ello ayuda a potenciar el interés del lector.

Pero una competencia sana y sin enfrentamientos. Lo penoso y triste es que un medio de información permita que en ciertos apartados sus anónimos descalifiquen gratuitamente con el consentimiento de su responsable, ya que este medio por desgracia para él pierde aceptación y credibilidad.

No hay que confundir al colaborador de un periódico o diario con el ANÓNIMO DE PASO CAGÓN. El colaborador habitual puede ser más o menos inteligente, puede gustar o no gustar lo que relate, puede resultar simpático o todo lo contrario y puede que sus escritos despierten admiración o caigan en el vacío; pero siempre tiene una base y motivo para que sus planteamientos o razonamientos sean debatibles.

Pero el cantamañanas ocasional que entra y sale de un medio para insultar y agredir verbalmente sin aportar nada, simplemente para dejar constancia de su asqueroso comentario siempre será un DON NADIE.

En ELTORRENTI.COM todos los que colaboramos nos hacemos responsables de nuestros escritos. A mí me cuesta mucho utilizar la palabra “artículo”, ya que creo que eso queda para los profesionales, y al menos a lo que a mí respecta yo soy un simple aficionado.

Pero quiero dejar muy claro que en este medio que yo sepa y a día de hoy no existe ningún apartado ni entrada llámese (FORO, OPINIÓN, CURIA O GATO MONTES) donde un grupo de indocumentados sueltan el improperio y se quedan tan panchos. (Otra cosa son las diferencias que puedan existir entre sus directores, pero eso es harina de otro costal).

Aquí me estoy refiriendo única y exclusivamente a los ANÓNIMOS CAGONES que en otros medios SI SE LES PERMITE VOCIFERAR.

Mi pregunta es: Hasta que punto es licito insultar, esconderse tras el anonimato y permitirlo como sucede en otros medios.

Que cada palo aguante su vela. Y él que no sea capaz de hacerse a la mar que se dedique a confeccionar pelotas de trapo.

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