CRISIS TAURINA.

Como habréis podido comprobar por alguno de mis artículos soy aficionado taurino pero dice un viejo refrán que: “al pan pan, y al vino vino”, y como soy imparcial o al menos lo intento, debo reconocer públicamente puesto que las estadísticas y los propios amantes del toreo reconocen, la llamada Fiesta Nacional va en declive. En Andalucía tierra torera por excelencia están más que preocupados ya que nubarrones muy negros amenazan la Fiesta, y no son precisamente climáticos. En los seis primeros meses del presente año las corridas y novilladas de toros han descendido en picado. Por ejemplo en Sevilla se han desplomado un 44%, y en otras capitales andaluzas el porcentaje anda por el estilo. Ni el revulsivo José Tomás a pesar de la campaña de marketing que se ha llevado a cabo, “sin desmerecer los méritos del diestro”, ha conseguido subir enteros en la fiesta, aunque allá donde toree se coloque el cartel (de no quedan entradas). Según informa el Gallup que es un sondeo de enjuiciamiento utilizado por la mayoría de medios para representar la opinión pública, sólo un 8% de los españoles están interesados por las corridas de toros. Los simpatizantes populares son los más aficionados con un 68%, seguidos de los socialistas con un 61%. Los jóvenes no son muy dados a esto de los toros, ya que los que acuden a la plazas la media de espectadores supera los cuarenta años, y muy pocos chavales conocen por ejemplo los tercios que componen una lidia. Los cosos sólo se llenan en las grandes ferias mientras que en el resto de eventos apenas se cubren gastos. De todas formas y según los políticos que son los que hacen y deshacen entuertos, la Fiesta está garantizada para muchos años. Hay que tener en cuenta que si desapareciesen las corridas, el toro de lidia se extinguiría, y en España hay más de 1.000 ganaderías dedicadas a la crianza del toro bravo. Pero como sucede en cualquier aspecto de la vida: “a río revuelto ganancia de pescadores”, la crisis taurina a los antitaurinos les viene que ni pintado. (A rajar que sale barato). Y como dice un refrán taurino: “Al loco y al toro dadle corro”.