Más allá de los populares tatuajes y piercings, existen algunas prácticas estéticas que, además de causar un susto a más de uno, pueden ser fuente de algún que otro problema de salud a sus portadores.
Una de ellas consiste en transformar la dentadura humana en la propia de un vampiro mediante implantes o con el simple afilado de los dientes. Aparentar ser el conde Drácula está generado tantos adeptos entre la juventud alemana, que las compañías de seguros de ese país decidieron pronunciarse ayer en contra mediante la amenaza de negarse a cubrir los gastos sanitarios de las infecciones y lesiones que de esta práctica se puedan derivar.
Hay quienes se liman los caninos, con lo que consiguen un aspecto más vampírico. Otras personas optan por hacerlo también en los incisivos. Pero el problema estético del afilado es que las piezas no ganan en tamaño, de modo que lucen poco. La solución se consigue entonces con los implantes, que pueden ser blancos o metálicos, con los que la muela adquiere mayor dimensión y una mejor sonrisa aunque para muchos pueda ser espeluznante.
Como somos como los monos y hacemos todo lo que vemos seguro que la moda alemana acaba también implantándose en España, aunque los hay que por muchas virguerías que se hagan en la boca la seguirán teniendo como una puerta descolgada.
Lo malo es que con la de esquizofrénicos y locos que andan sueltos muchos lleguen a creerse que son efectivamente Drácula el Príncipe de las tinieblas y tengamos que andar a estacazos ahuyentando vampiros.
Aunque al que le vendría de maravilla este cambio de look sería a Aznar “José Mari”, para los amigos. Si ya corren rumores de que el tío ya tiene algún lío de faldas por ahí, se lo imaginan con esa frondosa melena, si se rasurara el bigote y se dejara crecer los dientes sería un rompe bragas sin precedente, un sex symbol, un auténtico jabato que se las traería de calle; como dice Luis Viadel “él caprichito de las nenas”.
José Mari sorprendernos, déjate que te apañen los caninos y demuestra que eres muy sexy como aquella vieja canción de Rod Stewart.
UNA NOCHE EN LA ÓPERA
Hace 13 horas
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