Escribir Por Afición es un blog personal en el que comento noticias, publico escritos o simplemente escribo sin más. ¡Espero que os guste!

martes, 14 de octubre de 2008

LA VACA OLÍMPICA.

Suena a chiste o a película de corte cómico pero el caso es real. Una ternera de 280 kilogramos de peso saltó un muro de mas de dos metros y arrolló al veterinario que había dado orden de darle matarile. Los hechos ocurrieron sobre las seis de la madrugada en el matadero de Estrada, población de Pontevedra. El personal del centro se disponía a conducir las reses al patíbulo tras el veredicto de los veterinarios autorizados por la Xunta, que supervisan todas las reses para certificar su buen estado antes de sentenciar su sacrificio. Una de las terneras se ve que olió lo que se estaba cocinando y antes de que la hicieran chuletas pretendió pillar las de Villadiego dando un tremendo susto. La vaca saltó un muro de más de dos metros y fue a caer encima de un veterinario que estaba apostado al otro lado. El hombre fue trasladado a un centro sanitario, aunque afortunadamente para él sólo sufrió magulladuras, pero el hecho de ver como una vaca te viene volando y va a aterrizar sobre tus costillas no es moco de pavo, ya que el impacto y sobresalto debe ser morrocotudo. Esta vaca era una auténtica atleta digna de ser reclutada para unas olimpiadas, o al menos haberle concedido la gracia del indulto y no convertirla en filetes, ya que con semejante hazaña se merecía una existencia más larga y un destino final más digno. Los toros con frecuencia suelen saltar la barrera y son moles de carne que pesan más de 500 kilos que no está nada mal, ya que las barreras creo que tienen un altura de 160 centímetros. Pero son animales que por su morfología y sistema de vida están mejor preparado físicamente, en cambio la acrobacia de ésta res no tiene número ya que hablamos de una altura de más de dos metros y con un peso de casi 300 kilos. A ésta en una plaza de toros ya le podían echar bancos, tablados, pirámides y cualquier tipo de obstáculo que se lo saltaba a la torera. Si en términos taurinos se dice que el torero tomó el olivo, a nuestra protagonista la dejan a sus anchas en un ruedo, y de dos brincos le muerde al presidente de la corrida las orejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario