No celebro ni cumpleaños ni santos. El cumpleaños porque me parece una estupidez alegrarse ser un año más viejo, y el santo porque no creo. No obstante y a pesar de los pesares acepto regalos en ambos casos. “A ser posible dinero en metálico”. En mí efemérides porque sería una descortesía rechazarlos, y en mí onomástica porque sería una falta de ética deshonrar al santo.
¡¡¡¡¡¡Calzoncillos marianos!!!!! pero eso que es, que te haga Robledo unos de patchwork, bien acolchaditos, con doble capa de "güatina"
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