VENCEDORES Y VENCIDOS.

Dice el refrán que más vale tarde que nunca. Pero me parece que demasiado tarde va a llegar la resolución para tranquilizar la conciencia de todos aquellos españoles que perdieron a sus seres queridos durante la trágica Guerra Civil, y que de una puñetera vez puedan vivir en paz.

O peor y es lo que me temo, que el enmarañado de enterrados y desaparecidos en fosas comunes se quede en agua de borrajas ignorando sus señas. Ya han pasado setenta años desde que finalizó el conflicto, y la mayoría de los que padecieron en sus carnes las crueldades del sangriento enfrentamiento han fallecido, y las personas que todavía viven y están vinculadas directamente con la desaparición de un padre, madre hermano etc. actualmente son ancianos con más de ochenta años. Por lo tanto las esperanzas se diluyen, y mucha prisa se tiene que dar el Gobierno, justicia y asociaciones involucradas en el tema para que los que viven se vayan de este mundo conociendo la realidad de los hechos.

Por parte de los que lucharon al lado del dictador los llamados nacionales, hay también desaparecidos: ya que haberlos ahílos, pero estos al menos durante cuarenta años han sido homenajeados. Pero los vencidos, rojos o republicanos hay miles que nunca recibirán ni un triste ramo de flores, ya que jamás se sabrá donde yacen sus cuerpos.

Fueron masacrados y fusilados, y en el mejor de los casos enterrados en alguna umbría cuneta de un olvidado camino. Yo creo que después de tantos años y con una democracia consolidada, algo más podían haber hecho los Gobiernos que han ocupado la poltrona para que dentro de lo posible se esclarecieran los hechos. Mucho se habla de recuperar la Memoria Histórica para desenterrar los fantasmas del pasado, y cerrar de una vez por todas esas viejas heridas que permanecen abiertas, pero poco se está haciendo hasta la fecha: “mucho bla bla”, pero investigaciones pocas.

Nunca se podrá alcanzar un grado máximo de fraternidad mientras existan inscripciones en las que se lea: “Caídos por Dios y por España”. Y mucho menos mientras existan alegorías y símbolos del franquismo. Todavía existen cientos y cientos de calles en España con nombres homenajeando la dictadura.

Ya que en esa etapa negra de nuestro país hubieron dos bandos, vencedores y vencidos. Y para los retorcidos fachas, los enemigos de España fueron, son y seguirán siendo los vencidos.