La trama desde luego vendría al pelo para un cuento erótico o una película pornográfica. Igual si Antonio Adamo director italiano de cine erótico, o él español de cine porno Narcís Bosch se hacen eco de la noticia se ponen manos a la obra.
Desde luego si ruedan la historia en una cinta y se presenta en el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona fijo que triunfa. El desaguisado y feliz despelote mientras duró ha sucedido en Stutgart (Alemania). Un vecino de la zona tras recibir varias quejas por parte de su mujer al no quedarse ésta embarazada ya que al noble varón le diagnostican que es estéril se le ocurre pagar a un vecino para que preñe a su mujer.
La buena moza se ve que acepta la propuesta y de paso “cañazo”. El ciruelo del sujeto al que le proponen la hazaña para ser que es apto para el servicio ya que está casado y con dos hijos. “Ya tenemos colocado al primer cornudo consentido”.
Hasta aquí todo marcha a la perfección. El vecino se dedica a zumbarse a la mujer y a tirar de riñones lo que él hombre buenamente puede. La mujer al cambiar de trabuco feliz y contenta, y los tres a esperar acontecimientos. “Pero ojo que ahora viene lo interesante y el asunto se caldea”.
Tras setenta y dos envites o talegazos, el feliz y bien hallado matrimonio presentan sus quejas al vecino al ver que la dama no se queda embarazada del Coloso de Rodas, después de dejarse a éste el sable hecho una piltrafa, ya que fueron setenta y dos castañetazos los que la criatura tuvo que arrear antes de las protestas. Le piden al vecino que se haga unas pruebas médicas, al ver que el tipo achuchaba de lo lindo pero a la menda la pancha no se le inflaba. OSTIAS Y ESTÁ SI QUE ES BUENA. RESULTA DE QUE EL TÍO ES ESTÉRIL.
Por eso les decía que menudo peliculón. Ya tenemos el segundo cornudo, aunque este desgraciado no lo sabía; recuerden que tenía dos hijos. La mujer efectivamente le dijo que los hijos eran de otro jilguero.
Aunque el sacarino fue un cornudo feliz mientras le duró, ya que el jodido se prestó a cepillarse a la vecina y encima cobrando. El peor parado fue el primer astado ya que encima le costo 2.500$ “como se suele decir cornudo y apaleado”.
Los otros tres mojaron y renovaron la percha.
RELAJACIÓN
Hace 52 minutos
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