El torero madrileño José Tomás vuelve a desatar la expectación de unos y el recelo de otros, la pasión de sus seguidores y el odio de sus detractores, pero nadie queda indiferente cuando él de Galapagar adquiere protagonismo. Tras su renuncia a la Medalla de Oro de las Bellas Artes, por la polémica de la concesión de dicho galardón a Francisco Rivera, el diestro vuelve a dar otro golpe de efecto para liar la marimorena. José Tomás ha anunciado que lidiará seis toros por primera vez en su carrera en la Monumental de Barcelona el día 5 de julio. La corrida será benéfica y con toros de distintas ganaderías. El madrileño pretende plantar cara a los antitaurinos catalanes tras la profunda crisis que atraviesa la Fiesta en Cataluña. El torero ha dicho que en Barcelona se quiere coartar la libertad de los aficionados, y de esta forma quiere mostrar su total apoyo en una plaza que ha sido donde más y sonados triunfos ha logrado a lo largo de su carrera. Hay que recordar que José Tomás con esta corrida ya serán 22 veces las que él diestro hace el paseíllo en la Monumental, y en 13 ocasiones ha salido por la Puerta Grande. Sin duda Barcelona para Tomás es todo un talismán, y con esta gesta según ha apuntado quiere mostrar el cariño que siente hacia esa afición. Los aficionados se han mostrado encantados al poder contemplar una vez más el toreo deslumbrante del diestro de Galapagar. En cambio los antitaurinos más extremistas y radicales ya se han hecho notar, deseándole a José Tomás lo peor que le pueda ocurrir esa tarde. En algunos blogs y páginas de las que circulan por Internet han hecho conjuros de tal calibre que pone los pelos como escarpias. Algunos indeseables le han dicho salvajadas como: A ver si con un poco de suerte te engancha un toro y te saca las tripas. Así podremos declarar el día 5 de julio fiesta nacional para celebrar que ha muerto un gilipollas. Otro mal nacido dice que se alegra de cada cornada, y que celebra la muerte de un torero, y qué ojalá hubieran más isleros o avispados. Pues os vais a fastidiar y a tragar a José Tomás, porque seguro que ese día en Barcelona se vive el toreo a raudales.
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