NO PODEMOS VIVIR SIN ELLOS, PERO CON ELLOS TAMPOCO.

En las últimas veinticuatro horas, no se habla de otra cosa que no sea de las supuestas conversaciones telefónicas mantenidas entre Camps y el “bigotes”. Este caso es de los más sonados por tratase él presunto implicado de un político de peso y muy conocido. Pero no es una excepción en absoluto. (Los tenemos a gogó). Te metes en Internet y lees los cientos de diarios tanto digitales como impresos que hay a lo largo y ancho del país, y surgen los corruptos como churros. Raro es el día que no cazan algún político tanto del PP como del PSOE por actividades legales, aunque estos en muchos casos no saltan a la palestra ni tienen repercusión cara al público por tratarse de políticos de poca monta. Nos está ocurriendo como la canción que popularizó Mecano: “Una Rosa Es Una Rosa” en la cual uno de sus estribillos dice: “ no puedo vivir sin ella, pero con ella tampoco”. (No podemos vivir sin políticos, pero con ellos tampoco). Los políticos españoles están llegando a un extremo que no son de fiar. Y se están ganando solitos a pulso que la gente desconfié de ellos cada vez más. Las dos fuerzas políticas mayoritarias deberían vigilar con suma atención a sus pupilos, y hacer una criba que falta hace. Se necesitarían un hornada de nuevos políticos que ante el choriceo y abuso fueran más leales y duros entre ellos mismos, haber si así se conseguía paliar el aflore de tanto fresco y sinvergüenza. Ya que hay tal cantidad de ellos qué: él que no está robando está viviendo del cuento.