El Ayuntamiento de Valencia pretende aplicarle le ley del ruido a una pobre mujer que se mal ganaba la vida tocando el violín en las calles. La sanción asciende a más de 700 euros por tocar sin autorización y en un espacio público. (Esto es un desacato y merecedora de cárcel). Los casals falleros andan metiendo escándalo todos los fines de semana hasta altas horas de la madrugada, sin contar cuando cortan las calles, montan un patíbulo y permanecen haciendo el oso hasta el alba. La pobre violinista es una desgraciada, pero al mundo fallero se le otorga carta blanca.
EL HOTEL DE LOS LÍOS
Hace 15 horas
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