NAZIS EN ESPAÑA.

Según ha informado un equipo de reporteros de noticias de RTVE, este fin de semana ha muerto en Chile uno de los últimos supervivientes del nazismo, se trataría de un antiguo oficial llamado Paul Shefer. El bueno de Franco también dio cobijo a numerosos oficiales nazis que vivieron durante muchos años ocultos en nuestro país, sobre todo buscaron refugio en la Costa del Sol, la Costa Blanca y las Islas Baleares, y en varios cementerios de estos lugares se encuentran enterrados los restos de esta gentuza. Se calcula que en 1945 y cuando vieron que la guerra estaba perdida más de 104 oficiales de Hitler entraron en España, y años más tarde lo hicieron otras decenas más. Algunos de ellos fueron muy conocidos como Otto Skorzeny, Otto Ernst Remer o Leon Degrelle. Otto Skorzeny, vivió entre Madrid y Pollença (Islas Baleares), donde murió en 1975. En España trabajó como ingeniero, y fue uno de los fundadores de la Organización Odessa; organización de antiguos miembros de la SS para ayudar a escapar a toda esta escoria. Esta organización ayudó a alemanes exiliados en Argentina y España tras la Segunda Guerra Mundial; muchos de ellos residieron en Madrid y tuvieron contacto directo con el Führer. Otto Ernst Remer llegó a España muy tarde concretamente en 1994, y fue el jefe del servicio de escolta de Hitler, y el principal artífice de que fuera un fracaso el atentado contra Hitler. El otro psicópata fue Leon Degrelle, que fue el principal valedor del nazismo en Bélgica y creador del movimiento conocido como rexismo, un movimiento político de extrema derecha. Llegó a España en un avión que se quedó sin combustible y cayó en la Bahía de San Sebastián “que pena que no se reventó los sesos”, el régimen franquista lo salvó de las aguas y le dio asilo político en España, adoptó la nacionalidad española y se puso el nombre de José León Ramirez Reina. Vivió en Torremolinos y murió en Málaga en 1994. Hauke Pattist fue otro criminal que aterrizó en España en 1951, huyendo de una cadena perpetua en Holanda, éste se refugió en el Norte y vivió en Ribadesella (Asturias). Anton Galler otro angelito que recaló en Denia (Alicante), y se le acusó de ser el principal responsable de la matanza de Santa Ana (Italia), donde fueron asesinados mujeres y niños. Vivió en esta localidad hasta su muerte en 1995, el cabroncete llegó a los 95 años. Y Wolfgang Jugler con 87 años vivía en una urbanización de Marbella, en la que curiosamente debía bastante dinero. Estos malnacidos por sus fechorías fueron de los más sonados que acamparon por aquí, pero hubieron muchos más. Afortunadamente parece ser que toda esta escoria ya es historia.