COMENTARIO DEL DÍA.

Imagen tomada de Internet.

Este caballo esta falta de comprensión y de mucho cariño: el animal necesita amor y que lo mimen. Como no acudan pronto en su auxilio, lo pone mirando a Cuenca, no el policía al caballo, sino el caballo al policía. De momento ya lo tiene bien enfilado y a punto de arrancarle el cinturón, y de ahí al boquete del culo es cuestión de apuntar, total bastaría unos segundos para que el agente se tragara todo el membrillo entero. Si lo empala bien del socavón que le abre en el ano y para curarle las heridas, le tienen que meter al guardia los algodones con una pala. El compañero de fatigas como se aprecia en la foto trata de ayudarle, y a pesar de que es un tío grande cuando ve que no hay nada que hacer le grita: ¡Saturnino no te resistas que es peor!... El caballo estaba más caliente que la plancha de un sastre, y el asedio concluyó cuando llegó otro policía y le dio con la verga al enorme pepino del caballo, pero ojo le arreó con la porra reglamentaria, no con su verga natural. Antes ya había pasado por allí un barrendero, que trató de darle con la escoba al falo del caballo, pero ante los gritos e insultos de desaprobación del gentío el hombre desistió, y el equino que se percató del detalle, lejos de amedrentarse más se encabritó.   El caballo  fue trasladado de inmediato a los establos, donde una hermosa yegua rubia lo esperaba para copular, y el policía acabó con dolores lumbares pero poco más. ¡Ay ay ay madre mía madre mía si me lo llega a encular!...