COMENTARIO DEL DÍA.

Imagen tomada de Internet.

Los trabajadores de uno de los grandes almacenes de Amazon se orinan en botellas porque los retretes están muy alejados de los puestos de trabajo, y temen que les llamen la atención o les den puerta al alejarse demasiado, así que sueltan la meada en una botella y siguen en el tajo. Este almacén ubicado en Reino Unido tiene unos 1.200 trabajadores y la superficie mide 700.000 mil pies cuadrados, y si un pie son unos 30 centímetros, no he sacado la cuenta, pero muchos metros cuadrados son. Los hay que para llegar a los baños les puede costar más de 10 minutos, y si no se orinan en la botella se mean encima por el camino. Lo detalla en un libro un investigador encubierto llamado James Bloodworth que estuvo  trabajando una temporada 10 horas a turnos para averiguar lo que allí se cuece. Este investigador asegura que los supervisores están controlando en todo momento a los trabajadores, así que conviene salir ya de casa meados para evitar movidas raras. Lo peor será cuando se estén cagando, porque para excretar en una botella mucha práctica hay que tener. Yo en este caso les recomendaría que se caguen en una cesta de mimbre, lo envuelvan en papel de regalo, y lo envíen como un presente a todos los explotadores y tiranos. Mientras más grandes son las sociedades y las multinacionales, más abusan de los obreros, pero esto no es novedad ni tiene nada que ver con las crisis económicas; esto ha sucedido y seguirá sucediendo siempre.  Suelen tratar mejor las pequeñas y medianas empresas a sus trabajadores que esos gigantescos monstruos empresariales.