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martes, 19 de mayo de 2009

DRÁCULA

Vlad Tepes III, heredó de su padre el principal de sus rasgos: un asesino despiadado. Vlad Tepes era conocido como Draculea ( hijo del diablo o hijo del dragón). O Tepes (empalador). Por ser el empalamiento la forma de matar a sus víctimas. El nombre de Drácula tiene como origen la orden del dragón, que se le concedió a su padre Vlad II en el año 1431. La orden del dragón es representada por una serpiente alada, símbolo con el que se representa el diablo en otras culturas. Vlad Tepes III, nació en 1428 en la ciudad rumana de Sighisoara y recibe educación cristiana “pues menos mal que el angelito se educó en esta religión, sino hubiese dado miedo”. Su padre se dejó dominar por los turcos, con la promesa de que así no serían atacados, y Vlad III fue prisionero de este pueblo a los 13 años desde 1444 hasta 1448, estuvo a punto de morir, sin embargo el propio sultán turco decidió no matarlo y utilizarlo para interés propio. Tal vez al ser un niño y pasar cuatro años encerrado en precarias condiciones “acentuó a empeorar la mala leche que tenía, y que atesoraba ya desde que lo parieron”.Ya en aquellos tiempos se ve que la política era muy complicada y la podredumbre que los envolvía, con ayuda de los propios turcos Vlad se hizo con el poder en el sur de Rumania, en la cual reinó entre 1456 y 1462, en tan sólo seis años mató alrededor de 100.000 personas de unas 500.000 que tenía la población. Durante su reinado, también tuvo que defender su trono de los mismos nobles de su país ansiosos de poder y luchar contra los turcos y húngaros. En 1462 es hecho prisionero por el rey húngaro Matthias, y dicen que en su celda se pasaba el tiempo torturando a ratas y ratones a los que empalaba antes de morir. En 1476 Vlad III es perdonado y liberado por el propio rey que lo encarceló y le devolvió el trono de Rumania. A finales de ese mismo año durante una batalla con los turcos, muere en una emboscada. Su cabeza es enviada a Estambul y expuesta públicamente. Se decía que solía comer rodeado de gente empalada, e incluso con algunos de ellos agonizando. También que solía extraer la sangre de los que mataba y llenaba un cuenco que depositaba encima de la mesa, pero con certeza no se sabe que fue real y lo que fue leyenda. Según la historia para Vlad III el empalamiento era un arte, consistía en introducir una estaca con la punta redonda, si terminaba en pico la víctima moría casi al instante, la estaca estaba empapada en aceite la introducían por el ano a la víctima y este yacía tumbado en el suelo, a medida que se introducía en el ano el cuerpo se elevaba hasta quedar vertical y la víctima agonizaba según se iba escurriendo. Este mal nacido está considerado como uno de los peores asesinos de la historia. Pero para gustos están los colores, unos dicen que fue un gran defensor de su país, y para otros un sádico sin escrúpulos que disfrutaba torturando a sus víctimas un enemigo acérrimo del Islam, pero hasta incluso también se afirma que fue un hombre de gran fe. En 1897 el escritor y novelista irlandés Bram Stoker se inspiró en tal personaje para crear la famosa novela mundialmente conocida como “Drácula”, que nada o muy poco tiene que ver con Vlad III salvo que la historia transcurre en Rumania la aberración de las estacas y poquito más. Años más tarde la obra fue llevada al cine interpretada por Bela Lugosi, un actor norteamericano especializado en filmes de terror en los comienzos del cine mudo, luego tomó el relevo del personaje “Drácula” el actor inglés Christopher Lee, para mí el mejor vampiro y el que más me ha gustado interpretando “Drácula” un autentico maestro. Todas las películas de vampiros tienen un toque erótico, el Príncipe de las Tinieblas necesita sangre fresca para subsistir, y las mejores presas mujeres exuberantes que deambulas medio desnudas y que no se resisten cuando “Drácula” las mira fijamente a los ojos, basta unos segundos para que el Príncipe o el Diablo, se lance a chupetearles el cuello. De tal guisa a más de uno le gustaría ser vampiro, ya que tienes grandes posibilidades de vivir eternamente eso sí sin que te empalen ni te metan artilugio por orificio alguno, y por supuesto cambiando el final de la película, que ya lo saben es siempre el mismo: el mal es vencido y el diablo muere cuando “Drácula” es atravesado por una estaca que le parte el corazón, aunque es mucho más benévolo cuando le da el sol y se derrite, lo de la estaca era cosa del otro Drácula de Vlad Tepes, aunque a este el agua bendita y los crucifijos armas letales para combatir vampiros le servirían de bálsamo, porque si el pajarito fue cristiano o al menos se lo inculcaron de poco le sirvió; ya que el abejaruco estuvo dotado de una gran dosis de mala leche.

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