Un terremoto de 3,1 grado de magnitud se ha registrado esta mañana en Castellón. Y ya son cinco los que se han medido en los últimos días en parte de la Comunidad. El primero se registró en Sollana con una fuerza de 2,5. El 10 de febrero se midió otro de 2,8 en la escala de Richter en la Patagona en Alboraya, y al día siguiente otro de la misma intensidad en Albuixec. Afortunadamente han pasado desapercibidos para la población, y por supuesto no se han producido daños físicos ni materiales. Pero la cosa no es para tomársela en broma. Esperemos que se queden en simples anécdotas y que no se produzcan nuevas sacudidas. Ya está la sociedad demasiado agitada, entre la crisis económica que nos abate y los chorizos y mangantes que surgen a raudales, para que también nos temblara la tierra.
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