LIANTES

Como informaba él amigo Ramón Pacheco en un post el paseíllo hacia el trullo ya ha comenzado.

Ayer él primer espada Francisco Correa empresario y organizador de la visita del Papa a Valencia ingresaba en prisión por orden de Él juez Garzón acusado de una supuesta trama de corrupción.

Pero el asunto está más liado que él moño de una folclórica y de liantes andamos listos. Francisco Camps para sacudirse las pulgas “no se le vaya a pegar algo”, y proclamar a los cuatro vientos que en su partido son inmaculados ha mostrado en Les Corts una foto muy maja de Rodríguez Zapatero con él empresario José Luis Ulibarri que casualmente se encuentra entre los 37 imputados por Baltasar Garzón.

Camps ha dicho que el acto en el cual aparecen retratados Zapatero y él empresario leonés se celebró el 6 de junio del año pasado, y qué Zapatero se deshacía en elogios hacia su paisano. Y ha dicho textualmente de que: “él que la haga que la pague”, y que hasta ahora quienes pagan en España por corrupción son los socialistas. “Vamos que éste ahora se remonta a la edad de piedra”. Los socialistas ya pagaron en su día los errores que cometieron, y querrá decir que él pajarito de Correa y dos de sus colaboradores han ido a la cárcel por sus donaciones caritativas a una ONG.

Desde que se destapó el escándalo del espionaje en Madrid unos y otros andan a cuchillada limpia, para ver quién se cepilla a quién. Lo que parece mentira es que los socialistas sean tan ingenuos, y con lo que se venía encima como se les ocurre al ministro Bermejo y a Garzón ir juntos a una cacería, ya que se sabía que por ahí iban a ponerlos a caldo.

Así se manifestaba anoche Iñaki Gabilondo en el informativo que presenta y dirige en la Cuatro en el que citó: (Nos preguntamos si Garzón y Bermejo no tienen cabeza o asesores) y él bueno de Gabilondo tiene mucha razón. Como dice, cada uno es libre y lícito de ir con quien le venga en ganas, pero en tales circunstancias se sabía que cuando se abriera la caja de los truenos les iban a meter candela.

Unos dicen que él Juez y él Ministro coincidieron en la carecería de casualidad ya que fueron por separado y por distintas amistades, pero otros aseguran que lo tenían bien atado ya que son muy buenos amigos. (La cuestión es que sí: esto sólo se les ocurre a los niños y la han pifiado). Qué un juez y nada menos que Garzón y precisamente él Ministro de Justicia se vayan a cazar juntos, es natural y lógico que ahora con todo este alboroto los pongan a parir.

Más si a todo este enmarañado le añadimos que él propietario de la finca donde se celebraba la montería ha declarado recientemente que lo tenían planeado hacía varias semanas. No podían haber dejado la cacería cuando las moscas se te pegan a la cara y la chicharras cantan.

Que maneras de complicarse la vida y de que te pongan en entredicho. (Esto es como un culebrón sudamericano pero de los malos, que mientras más capítulos hacen más la lían.)