El pasado 19 de febrero al finalizar el discurso inaugural de la XI Feria Mundial del Toro en Sevilla, un grupo de seis activistas de Igualdad Animal irrumpieron el acto con pancartas pidiendo la abolición de la tauromaquia y el respeto hacia los animales con lemas como: Abolición y Derechos ya para los animales. Los activistas fueron desalojados según afirman entre insultos y agresiones. La verdad es que ya está uno un poquito harto de estos mamarrachos, y hasta al más tolerante y respetuoso lo sacan de quicio. Me parece muy bien que reivindiquen lo que ellos no consideran justo, y que peleen por lograr sus propósitos, pero que vayan a provocar y a alterar un acto taurino es tener muy poca vergüenza. A eso se le llama sencillamente incitar y sacar los pies del tiesto. Estos radicales antitaurinos son unos chulos, a los cuales dichas acciones no se les puede permitir. Ellos disponen de otros medios legales para que sus peticiones sean atendidas, y no alborotando y desafiando a los taurinos. Ya lo he comentado en varias ocasiones y lo repetiré las veces que haga falta. Mientras la tauromaquia sea legal, interrumpir cualquier acto referente a toros, son ellos y exclusivamente ellos los que actúan ilícitamente. “Y sino; ¿ a quienes condenan cuando se producen estos hechos?... ¿Qué quieren? ( que encima de que se meten en la boca del lobo los paseen a hombros y les toquen Paquito el Chocolatero). “Ya está bien de tocar las narices”.
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