Federico Trillo tras la dimisión del ministro de Justicia, ha dicho que él, a pesar de tener que cargar sobre sus espaldas con los militares muertos en el accidente de Turquía, no dimitió porque tenía y tiene la conciencia tranquila. Por supuesto hombre; siendo del Opus Dei se reza tres Ave María y se limpia el alma, y ni hace falta aceptar responsabilidad política alguna ni leche picón. Desde luego se necesita ser necio y más frío que el mármol. Eso sí, le echó pelotas y ordenó el asalto al pegote de Perejil, asustado a unos amiguetes que andaban por allí buscando espárragos y a una pobre mujer que cuidaba cuatro cabras.
Como me parece un blog muy familiar, aparte de Noe y Robledo entro yo, para que veas que te leemos, pero por fá haz los articulos mas cortos. Es que hay poco tiempo y respecto al sr. de la foto un impresentable agggggg...
ResponderEliminarUn saludo