TORRENT- SAN BLAS COLEA: "Y LO QUE TE RONDARÉ MORENA.

TORRENT - SAN BLAS COLEA: “Y LO QUE TE RONDARÉ MORENA”

La festividad de San Blas todavía colea: “y lo que te rondaré morena”.

El caos circulatorio que se lió fue tremebundo, entre la calle Ramón y Cajal o calle de la Ermita como se le conoce popularmente, y la Avenida intransitable no sé cuantas horas, desde Obispo Benlloch hasta la calle del Ejército Español se armó la marimorena.

Si cualquier día en horas punta Torrent es una jungla de asfalto abrupta para circular, que te corten dos arterias de las más transitadas es para cascarla del sofoco. Así y con toda la razón se veían a algunos conductores con los pelos encrespados como si no se hubiesen peinado desde año nuevo.

Y yo lo que me sigo preguntando es: qué narices tiene que ver San Blas con los torneos medievales. San Blas cuentan que fue médico y obispo, y por supuesto sanador de gargantas: gañote que veía atorado gaznate que salvaba; de allí de tierra extraña como cantaba doña Concha Piquer se ganó el título de santo. Al curador le cortaron la cabeza para que no protegiera más gargantas el año 316.

“Y ahora vamos con los peleones”. La Edad Media abarca desde el siglo V al siglo XV. Si bien en el siglo XI se dan casos de algunos combates esporádicos de este tipo, no es hasta finales del siglo XVI cuando los torneos alcanzan su esplendor. El primer torneo que se celebra digamos oficialmente es en Francia sobre el año 1066 reinando un tal Luis VI, y rápidamente esta modalidad se extiende por medio Planeta.

Por eso, que relación guardan el tío San Blas que vivió allá por el año trescientos y pico ”qué más dará el pico”, con los caballeros medievales del siglo XV o XVI que cuando se aburrían se liaban a ostias.

Si el Ayuntamiento quería hacer algo novedoso para homenajear al santo, deberían haber desfilado por el paseo de la Avenida una representación de laringólogos todos con sus batas blancas y con el aparatejo eso que se cuelgan en la frente para mirarte la “gola”.

Hubiera quedado la cosa de cine, estos profesionales de paso se promocionaban y no hubiera estado medio pueblo en jaque por vuestra mala cabeza.

Ahora éste fin de semana para redondear la faena, cortáis la Avenida desde la calle del Ejército Español hasta los Juzgados y celebráis un campeonato de lanzamientos de botijos.

(Ale que San Silverio os siga conservando los sentidos).