Los toros regresarán a China seis años después con intención de instaurarse definitivamente. Según un acuerdo llevado a cabo entre el Gobierno chino y el matador de toros Manolo Sánchez, se trata de construir una plaza de toros que se inauguraría el próximo año, y de crear una ganadería de toros bravos con reses españolas que proporcionará el futuro de los toros de lidia en China. Según Manolo Sánchez dentro de tres meses se llevarán cien vacas y unos cien toros para comenzar a sentar unas bases de las ganaderías que van a crear, y en ese mismo plazo comenzarán las obras de la plaza de toros que está previsto que su construcción finalice en unos cuantos meses. Si se cumplen las previsiones el coso se inauguraría en octubre de 2010, y a partir de 2011 se espera instaurar definitivamente la Fiesta de los toros en China, haciendo temporadas de dieciséis corridas de toros entre los meses de mayo, junio, julio y agosto. Las corridas de toros serán idénticas a las de España con tercio de varas, banderillas y suerte de matar. La única diferencia es que en lugar de matar seis toros por corrida, la planificación inicial será de un mano a mano entre dos toreros y se estoquearán cuatro toros por corrida.
El 23 de octubre de 2004 pasó a la historia del toreo como el día que se celebró por primera vez una corrida de toros en Shanghai. El cartel lo componían los españoles José Ignacio Ramos, Iván García y el ecuatoriano Guillermo Albán. Asistieron unas 7.000 personas, y las entradas oscilaron entre 180 y 2.800 yvanes (de 17 a 268 euros), y el presupuesto del espectáculo fue de 1,4 millones de euros. Los toros eran de la divisa mexicana de Mariano González con un peso de unos 470 kilos y fueron enviados por avión desde México, ya que las autoridades chinas se negaron que procediesen de España por el mal de las vacas locas. El transporte fue una de las partes más difíciles de organizar el festejo según explicó Gabriel de la Casa, ex matador y empresario taurino. En aquella ocasión los toros no fueron estoqueados en el ruedo, los espadas simularon la suerte suprema clavando una banderilla blanca y los toros fueron devueltos a los corrales. Dos días más tarde se celebró en Shanghai la segunda corrida y la presenciaron 10.000 espectadores con un precio que rondaron entre 20 y 270 euros. Más de 13 millones de chinos presencian por televisión corridas de toros españolas, y según manifestó hace tiempo atrás Wu Bihu catedrático de la Universidad de Pekín y experto en turismo, vendrían más chinos a España si la temporada de toros fuese más larga.
Tendría guasa que en Cataluña prohíban los toros, y que en un futuro no muy lejano más de 1.320 millones de chinos quedaran prendados de las corridas de toros.
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