Todavía existen en España muchos pueblos y ciudades en cuyas calles y plazas figuran nombres franquistas, y han sido gobernados por la izquierda y la derecha. Incluso gentes de mi generación hasta hace muy poco a la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, la nombraban como Plaza del Caudillo, independientemente de la ideología política que se tuviera. En este país aún pasará tiempo hasta que desaparezcan todos los vestigios del franquismo, a veces porque la gente ya se han acostumbrado a ellos y les cuesta retirarlos, y otras porque aún quedan muchos que añoran al dictador. Hay males tan arraigados que cuesta erradicarlos.
UNA TARDE EN EL CIRCO
Hace 9 horas
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