Los
bolsos de muchas mujeres son pequeños centros comerciales andantes, ya que
algunas son capaces de portar en el bolso hasta un juego de llaves de carraca y
una pareja de periquitos. Entre los objetos más corrientes que suele llevar una
mujer en el bolso figuran: llaves, monedero, móvil, bolígrafo, pañuelos, crema
para los morros, chicles, gafas de sol, espejo, cartera con fotos, cuaderno de
notas, pintalabios, pintauñas, lima de las uñas, un frasquito de colonia para
echarse dos gotas en el lóbulo, tabaco y mechero “si fuma claro está”, tiques
de compra de hace tres años, el libro de amarras que empezaron a leer hace seis
meses, y dos o tres compresas por sí nos pilla el toro. Esto suele ser de lo más corriente, que
también las hay que llevan en el bolso tal arsenal de productos farmacéuticos
que en muchas empresas ni en el botiquín de la Mutua lo encuentras, como por
ejemplo: tiritas, esparadrapo, unas tijeras pequeñas, mercromina, jarabe para
la tos, pastillas para las jaquecas y un tubo de Hemoal, por si las almorranas
se ponen en pie de guerra. Los bolsos los tienen de todos los tamaños y
colores, y muchas veces combinan el color del bolso con la vestimenta que
llevan. Las hay tan cuidadosas en esto del detalle del bolso que miran hasta
que haga conjunto el bolso que llevan ese día con el color de las bragas. Por
ejemplo las mujeres españolas tienen una media de seis bolsos, y más de un 40%
aseguran que tienen hasta diez, y el peso medio de un bolso cargado sobrepasa
el medio kilo, así que para nada es de extrañar que muchas se quejen de que
tienen los brazos jodidos. Según un
estudio realizado y “yo creo en esto de los estudios, quizás sea más ingenuo
que nadie”, las mujeres españolas llevan actualmente hasta condones en el
bolso, y las cifras apuntan a que un 25%
aproximadamente se trata de mujeres maduras, y entre las jóvenes esas cifras se disparan hasta el 35%.
Me parece fenomenal que las mujeres lleven preservativos en el bolso, ya que
hay hombres muy irresponsables que cuando se calientan no miran prenda, y si se
practica sexo sin las medidas pertinentes las enfermedades que se pueden
contraer son numerosas, y algunos contagios no se trata de ninguna tontería
como un resfriado común. Y entre esas enfermedades de transmisión sexual por
supuesto figura el terrible Sida que
nombrarlo a estas alturas está hasta demás ya que todo el mundo sabe que
sin el “capuchón no se debe chingar”. Que las mujeres lleven condones en el bolso
entre las chicas jóvenes lo veo muy normal, pero ese 25% de mujeres maduras que
he mencionado ya es “harina de otro costal” y ojo; que yo no digo que esté mal, todo lo
contrario, me parece muy bien que le den marcha al cuerpo si les apetece, pero
supongo que se tratará de mujeres que no tienen pareja seria y estable; sean
bien separadas, viudas, o como se ha
dicho siempre: “soltera y sin compromiso”. Porque no me quiero ni imaginar si
un tío casado le registra a la mujer el bolso, o que la mujer le diga:- cariño
mira lo que buscas en el bolso, a ver si yo tengo-, y que la parienta ya no se
acuerde de que lleva un condón, y el marido lo encuentra. La que se puede liar
es de órdago, y si encima en la relaciones sexuales de ellos no usan condón, ya
veremos cómo sale la mujer del atolladero ya que los gritos de él, dándolos en
Valencia los oirían en Filipinas, porque aunque fuese verdad y la mujer le
jurara y perjurara que se lo dieron un día en la calle en una campaña de esas
contra la lucha del Sida que reparten condones, el marido no se lo tragaría. Y
si lo de la campaña es falso y lo lleva, no cabe la menor duda de que su
intención es usarlo si la situación lo requiere. Así que cuidadín con lo que
algunas llevan en el bolso, ya que si se lleva un condón y da el recalentón se
puede romper la cadena del frío. Pero lo más impresionante e impactante de las
mujeres y sus bolsos, es cuando llegan al portal de casa y meten la mano en el
bolso para sacar las llaves, sacan hasta un diente de ajo, pero las llaves no
salen: así que si vas con ella y te da un apretón, no dudes ni un instante
en ir a evacuar al bar más cercano,
porque como esperes a hacerlo en el retrete de tu casa, en el mismo portal te
cagas vivo.
