Hay quienes afirman que
ser grosero es una falta de educación: Una falta es un baremo muy pobre, así
que hasta que no eleven el cómputo global a seis faltas yo no me consideraré
maleducado.
Pensar en el mañana sin
vivir el presente es perder un día de vida.
Los remedios caseros que existen para curar
males son como las leyendas urbanas; mitad chismes y mitad fantasías.
“Haz el amor y no la
guerra”, que bonito eslogan de los antibelicistas: Pero se les olvidó que en la
antigüedad, muchas guerras se desataban por conflictos amorosos.
La paciencia es un
laborioso árbol al que tienes que
dedicarle mucho tiempo y esfuerzo, pero con temple y entereza acabas obteniendo
buenos frutos.
Dale un pico a un joven
y lo tirará tan lejos que lo sacará del globo terráqueo. En cambio hay jóvenes
que si les ofreces meterse un pico, te comen a besos.
Desde hace tiempo cada
día me duele algo nuevo, pero como me dicen que hay cosas peores, cada día estoy
más contento de mis dolencias.
Dicen que el marido
cuya mujer le es infiel, es el último en enterarse, y yo digo que salvo raras
excepciones eso no es cierto. Lo que ocurre es que le cuesta mucho aceptar que
su mujer le engaña, y en estos casos además de cornudo se agrega el grado de
idiota.
En una relación sexual,
sino se llega a las manos la satisfacción no es plena. (Creo que se entiende lo
que quiero decir. No vaya alguien a
señalarme como maltratador).
Cuando mis ojos no
lloren careceré de sentimientos, y entonces le pediré a la vida que me los
cierre para siempre.
El socialismo en España
es una pelea de grillos; cantan varios para gobernar, pero quien decide quién
lo hará, porque siguen teniendo poder para hacerlo son los mismos vejestorios
que gobernaron hace un cuarto de siglo.
El día que entre los
partidos políticos haya menos ansias de poder, y más agallas para gobernar me
resultarán menos vomitivos.
Menos mal que la
palabra bandolero cayó en desuso, porque aplicarla ahora a tanto corrupto que roban a manos llenas al pueblo, sería
manchar el nombre de aquellos legendarios fueras de la ley; porque aquellos robaban
para comer, y aunque se diera el caso de que matasen para defenderse tenían
coraje; pero estos ladrones ni tienen coraje ni huevos.
Si por prescripción
médica te prohíben comer, fumar, beber y hasta chingar con moderación, y en
resumidas cuentas no puedes permitirte ningún vicio pero tienes que seguir
trabajando; para liberarte de tanta tiranía, morirse es el mejor remedio.
Le temo más a la vida
que a la muerte: La vida puede matarme; la muerte no.