Mearse en la vía
pública debería ser equiparable a la libertad de expresión: Dependiendo de la
meada y del lugar, analizar su contenido, y en consecuencia dictaminar si se
trata de falta o delito.
Magrear es una palabra
malsonante, a mí me gusta usar hurgar; más o menos significa lo mismo y llego
más hondo.
Me paso años sin ir a
la playa porque no me gusta, pero cuando lo hago me doy un baño de multitudes.
Nado con tanta elegancia que los socorristas tocan el silbato para que los
bañistas me hagan la ola, y si veo tetas al aire me contorsiono sobre el agua
como las anguilas.
Algunas mujeres dicen
que los hombres con el pelo blanco resultan más atractivos, no lo discutiré;
pero yo no tengo prisa alguna porque me digan que estoy de dulce.
Me cuenta mi amigo el
cura con lágrimas en los ojos, que se pasa hasta dos años sin abrir el cepillo
de la iglesia, ya que los feligreses cada vez dejan menos donativos. La última
vez, apenas sacó para tomarse dos cervezas.
Como con moderación y
sé cómo tengo que alimentarme para que no me perjudique; no bebo, ando mucho y
me meneo más que un mono del Peñón de Gibraltar, y en cambio los análisis de sangre; el colesterol, el
ácido úrico, y los triglicéridos siempre me salen valores más altos de los que
corresponden, y el médico dice que no lo entiende. Si no lo entiende él, le
pediré a un tío mío que me lo explique, que estuvo cuarenta años plantando
coles, y decía que las coles para los conejos.
Me alegro de no tener
que educar en estos tiempos a niños, ya que si por darle un cachete a un hijo,
pueden denunciar al padre por maltrato, al paso que vamos, cualquier día
denunciarán a los padres porque el niño vaya a la escuela con los pelos tiesos,
o por tirarse un pedo.
Rezar puede significar
mucho para los creyentes, y muy poco para los no creyentes; pero mientras se
reza no se hace daño.
Para combatir la
tiranía hay que empuñar las armas; el pacifismo en esos casos lo único que
consigue es sucumbir ante el caciquismo sin ofrecer resistencia.
Cuando no se puede
resolver un problema lo más sensato es aliarse con él. Tratar de eludirlo o
enmascararlo es acentuar el problema.
Hay gente que miente
con tanta gracia que cuando dice la verdad aburre.
Me estoy interesando
por la arqueología: Encontrarme un hueso humano y descubrir que perteneció a
algún hijo de puta me crea cierto morbo.