Los calvos están de moda, y como cualquier moda hay que
venderla y sacarle partido hasta que pase la polvareda, y se disipe como una
gota de agua es un desierto de arena. El
otro día decían por la radio, que según un estudio realizado en tres
universidades distintas, se ha llegado a la conclusión, de que las mujeres
encuentran a los hombres calvos más guapos, fuertes, cultos e inteligentes que
a los hombres que lucen pelo; es decir que los calvetes son prácticamente
perfectos, y el resto de tíos unos bultos sospechosos. Estas noticias sobre los
“pelados” se vienen dando desde hace tiempo, y por la Redes hay páginas y
páginas encumbrado a los calvos como si se tratasen de superdotados. Yo como no
soy ni mujer ni calvo no entro en el saco, pero es obvio que a las mujeres que
les realizan este tipo de encuestas y ponen a los calvos como “machos
perfectos” sus parejas son calvos, y es lógico que defiendan a su compañero o
cónyuge. Yo lo que puedo decir a título personal, es que aunque sea más feo,
enclenque, más inculto y menos inteligente, estoy muy contento con mi pelo, ya
que con lo que me crece si me lo dejara largo me podría hacer una hermosa
coleta, y aunque por edad ya no me pegara, esa sería otra cuestión. Pero en
fin, aunque yo me haga eco de lo que acontece al respecto, la noticia es prácticamente irrelevante ya que
como he dicho al principio las modas hay que exprimirlas hasta que se pasan. Un
día sí y otro también, las revistas de ocio describen a los calvos como hombres
primorosos, cuando la noticia realmente impactante y de sumo interés, ya que
hasta los monjes tibetanos se han hecho eco del evento es de la “zanca” que se
gasta mi primo Ramón: “Ramonet” para los
íntimos y amigos. Mi primo tienes “tres piernas”, la de en medio es más corta,
pero según una tesis que se ha llevado a cabo en varias universidades de
Estados Unidos lo corroboran. Más de
cinco mil mujeres entrevistadas tras visualizar concienzudamente las
extremidades de “Ramonet” afirmaron con rotundidad que mi primo tienes “tres
piernas”, aunque insisto que la “pata del centro la tiene más corta”. Y mi
primo que no tiene un “pelo” de tonto, le ha sabido sacar el máximo provecho a
esa “tercera pierna” que la naturaleza le regaló. Desde hace diez años trabaja
como actor porno en los Ángeles, y el eslogan de la productora donde curra
dice: “Ramonet y su cantimpalo por donde pasa causa estragos”. Pero mi primo no
es perfecto, y tiene un defecto, aunque
más que una carencia yo lo considero una desgracia, ya que el pobre
“Ramonet”, no es “calvo”, ni tiene “cartón” como se les llama a los que sufren de calvicie. Si fuera calvo sería más guapo, fuerte, culto e
inteligente: y con la pierna que le cuelga sería un dios hecho hombre. Esto de las modas no hay quien lo entienda,
quizás dentro de unos años el prototipo ideal de hombre para muchas mujeres
sean los tuertos, mancos y con un solo huevo.
PÚBLICA
Hace 2 horas