Según este menda de la foto,
masturbarse puede provocar que la mano se quede embarazada. Eso es lo que ha
dicho Mücahid Cihad Han un telepredicador musulmán de Turquía. Vamos que si te
haces una paja con la mano, la mano se te queda preñada, y de ahí salen dos
alcaparras gemelas y con tres cabezas. Pero no os preocupéis que aquí en la
Tierra os podéis hacer las pajas que os dé la gana, hasta que se os quede la
cara más chupada que la pipa de un indio, que aquí la mano no se queda preñada,
donde se queda en estado de gestación es cuando uno sube al cielo. A los tres
meses de andar por allí haciendo el ganso, la mano comienza a hincharse hasta
que estalla, y suelta las dos alcaparras. Dice este lumbreras que si uno se la menea como los monos es entonces
cuando la mano en la otra vida, al dar vida a esas alcaparras exige sus
derechos. “Tiene huevos la cosa que este tío hable de derechos, como si muchos
de su calaña supiesen que significa la palabra derechos”. Después de que el
asunto saltara a los medios de comunicación, en vez de retractarse de lo dicho, o decir simplemente que se
trataba de una broma o un chiste, el jodido predicador Cihad Han se burló de
los que le criticaban, y afirmó: ¿Hay acaso una mano ginecóloga en la otra
vida?... no hombre no claro que no la hay; si una mano está ayudando a parir a
la otra, y los verdaderos ginecólogos del más allá están borrachos y chingando
con diecisiete vírgenes. Y siguió diciendo: ¿Cómo se las arreglarán para
abortar allí? Allí no se aborta buen hombre y los mendrugos se los comen los demonios,
cuando los dioses los invitan a cenar los fines de semana. Bueno la verdad
es que a mí esto no me pilla de sorpresa, ya que hace muchos años que leí a otro gilipollas de estos que decía que su mujer se quedó preñá haciendo ganchillo, y yo como siempre he sido muy inocente y por temor a que mi mano pariera algún bichito raro, cuando me
masturbaba, lo hacía con un guante de encofrador. Le he contado esto a mí amigo
el cura, y dice que lo de este tío lo duda mucho, pero que yo hacía bien cuando
me la pelaba de ponerme un guante recio y gordo, ya que él tiene callos en las
manos desde los siete años que empezó a cascársela. El masturbarse debería ser
considerado como artesanía pura, ya que todo el proceso se hace a mano. Aunque pensándolo bien, puede ser que algo de
lo que dice el capullo del predicador turco sea verdad, y no solo suceda en los
cielos, sino en la tierra también. Yo conocí a un tío que tenía las manos muy
raras; la mano derecha la tenía muy deformada, el dedo pulgar y el índice
siempre le señalaban la bragueta, y los otros tres dedos le chirriaban. Y de la
mano izquierda en el dedo meñique le colgaba una margarita con un escarabajo
pelotero muy feo. Le pregunté que aquello que
significaba, y que le pasaba en las manos, y me dijo que las tenía así
desde que su padre se las pilló con las ruedas del tractor mientras buscaba espárragos. Mentira cochina; ese tío había parido de sus manos de todo, porque
visto lo visto y según afirma el moro turco este tío se pajeaba cada dos horas.
Y ya para finalizar nos os masturbéis
con la mano; rozad el boniato en el quicio de una puerta, que más vale prevenir
que preñar una mano. Tampoco se puede descartar nada, a otros genios también
los tomaron por locos, y quizás lo del moro se trate de ciencia pura y exacta. Igual
lo próximo que nos cuenta este Cihad Han es que fue al podólogo a quitarse un
espolón y a los cinco meses parió por un pie una sardina escandinava.