EL NEGOCIO DE LAS GASOLINERAS.

Yo esto lo llevo diciendo hace más de quince años; y de hecho hace mucho tiempo hice un artículo para un periódico local de mi ciudad. Cuando voy por ahí de viaje o de vacaciones, y no tengo más remedio que repostar en una gasolinera, y el empleado no sale que me la tengo que echar yo; se me pone muy pero que muy mala leche. Si estoy en mi ciudad siempre voy a buscar la gasolinera que me sirvan, porque como he dicho echármela yo me descompone. Pero como en este puto país tragamos con todo así nos va. Y se ve que hay mucha gente que no le importa para nada servírsela el mismo. Yo porqué carajo me tengo que echar la gasolina y mancharme las manos. Se creen los dueños de las gasolineras que con poner ese guante de plástico de mierda ya han cumplido. Ellos a cada vez les ponemos el culo más gordo, porque cada vez la clientela es más gilipollas. Os dejo este texto que he encontrado por ahí, porque me parece muy bueno.