ESTUDIANTES CHINAS APRENDEN A ORINAR AL MODO MASCULINO.

Si el otro día os decía que las noticias que más me sorprenden son la de los chinos y la de los rusos, aquí os dejo otra de chinos, o mejor dicho otra chinada. Si con los millones de chinos que hay, y además te los encuentras repartidos por todo el mundo como  la Coca-Cola, con las cosas que inventan todavía parece ser que se quieran hacer notar más. Ahora las estudiantes chinas están aprendiendo a orinar de pie, así que no solo aprenden en las universidades Literatura y Filosofía, sino que mean de pie como los tíos. A lo visto es por cuestión de ahorro, y las autoridades universitarias aseguran que si las chicas mean de pie, evitan el derroche de 160 toneladas de agua al día; “que maneras de mear las chinas por Dios”. Por ese motivo los campus de Yanta y Changan están siendo equipados con unos mingitorios especiales que permiten a las chinas mear de pie y evitar despilfarrar agua: el aparato en concreto es como el de la foto. En las universidades han colocado unos carteles con las instrucciones a seguir, aunque a muchas chinas esta nueva forma de mear aseguran que les da un poco de vergüenza. Un estudio ha calculado que cada 300 mililitros de meados de china cuesta seis litros de agua a la universidad, mientras los machos chinos consumen de agua justo la mitad. Así que según el estudio cada china gasta una media de entre 10 y 12 litros de agua más que sus compañeros de sexo opuesto. Por esa regla de tres, total para mear de pie y si se trata hacerlo contra la pared, porque no tengo claro si las chinas “mearán culo para dentro o culo para afuera”, los retretes podían ser para ambos sexos aunque habría que ver como se ponían las chinas de meados, y como se meaban en los zapatos del chino que tuviesen al lado; “bastante tienen ya los pobres chinos que una mayoría tienen los pelos tiesos, como que para encima los vayan meando”. Y fijo que a más de uno lo mearían hasta en la “churra”. Igual lo próximo que inventan como medida de ahorro es que los chinos caguen en un botijo y soplen por el pitorro. O que la moda  vaya más allá de sus fronteras y cuando vayamos a un restaurante chino a comer, cosa que yo no hago, y no por nada sino porque no me gusta la comida china, les digan a las mujeres que si van al servicio meen de pie porque pagan mucho de agua. “Me pueden me pueden; estos chinos acaban conmigo”.