MIS FRASES SENTENCIAS Y OTRAS OCURRENCIAS.

Mis pesadillas son tan putas en la cama que ya les estoy cogiendo cariño.

Como en cualquier otro ámbito siempre habrá excepciones pero quien oye misa y se da golpecitos en el pecho no suele ser buena gente.

Dios es tan perfecto que para que nadie juzgue sus virtudes se manifiesta lo menos posible.

Ningún perro lamiendo engorda pero relamiendo y chupeteando ciertas cosas te quedas satisfecho.

Para estar en forma hay que hacer ejercicio; yo no lo hago porque mis formas rozan la perfección.

El teléfono móvil salva vidas y otros la pierden por mirar el móvil como un idiota.

Cuando me vuelva a reencarnar seré sapo; así tendré los ojos grandes, seré viscoso y muy húmedo.

La ansiedad es muy mala y yo la he sufrido; pero que te “peas”, delante del médico, como a mí también me ha pasado, y el galeno te diga: ¡esos aires, esos aires!... joder esto también es muy fuerte.

Alguien dijo que el matrimonio es un contrato entre dos; opinión que yo no comparto. Un contrato o se rompe o finaliza, y hay muchos matrimonios que duran toda una vida.

Pertenezco a una asociación de “sobeos y magreos”, cuyo objetivo es ayudar a personas “salidas” Toqueteamos sin ánimo de lucro, y el presidente de dicha asociación es mi amigo el cura.

En todas las cajetillas de cigarrillos pone: “el tabaco mata o acorta la vida”, pero no hay ni una sola empresa en el mundo que en la puerta ponga: “No entre usted a pedir empleo porque en este trabajo lo iremos matando poco a poco”.

No echo de menos lo que no tengo puesto que no lo he conocido; lo que echo de menos es lo que he perdido.

Los animalistas de corazón defienden la vida de todo bicho viviente por muy asqueroso que sea. En cambio aprueban el aborto, cuando un embrión por diminuto que sea, si no se le “mata”  acaba siendo un ser vivo, por lo tanto como se decía antes en mi tierra; en qué quedamos en el duro o en las cuatro pesetas.

No me gusta ni el amanecer ni el día; prefiero la noche, los vampiros, las tormentas, los lobos, los búhos y que me pillen toros, ya que todo esto es lo que mi asqueroso cerebro ha elegido para amenizar mis dulces sueños. 

Estoy  en esa edad de los perros pachones: me muevo lo justo y cuando me lo ordenan; y lo hago con muy  mala gana y retorciendo el morro.

Esta Semana Santa como llueva me voy a emborrachar. Me dan pena esos cofrades y nazarenos que se hartan de llorar, cuando las inclemencias meteorológicas son adversas, y se quedan sin sacar sus Pasos. Que se pongas ellos malos si quieren del berrinche, pero yo al estar borracho, no pasaré por ese doloroso trance de que la Macarena, el Cristo del Gran Poder, el Cachorro de Triana, o el Cristo de Medinaceli se tengan que quedar en sus cuarteles generales para que no se mojen. Yo para esto de las procesiones, soy muy sensible y de lágrima fácil. Así que seguiré bebiendo y ebrio hasta  el domingo de Resurrección que cantaré el Aleluya, porque Dios ha resucitado, y ya no le vuelven a dar matarile hasta el año que viene.

 Con las actuales leyes vigentes aunque los pudientes las quebranten, están tan bien redactadas que son los que menos castigos y penas cumplen. Si fuera al contrario las derogarían y cada seis meses dictarían  nuevas leyes. El poder legisla y dicta a su capricho y antojo, y siempre favoreciendo al más poderoso.  

Si tienes problemas y sabes que nadie te puede ayudar a resolverlos, lo mejor es no divulgarlos, ya que los amigos se preocupan y los enemigos se alegran.