La Generalidad Valenciana protegerá 13 plazas de toros históricas de la comunidad a través de un nuevo reglamento taurino con un enfoque más autonómico, según ha anunciado recientemente el Consejero de Gobernación Serafín Castellano, informa mundotoro. El objetivo de la nueva normativa sería el de defender aspectos propiamente autonómicos que quedan desamparados por la actual normativa estatal. Castellano destacó al Diario del Mediterráneo que la protección de los cosos se produce debido a 'sus características arquitectónicas, por las que quedarían inoperantes según el reglamento español'.Los cosos en cuestión son Algemesí y Bocairente, en la provincia de Valencia; Castellón, Vinaroz, Villafranca, Morella, Onda, Benasal, Oropesa y Vall d’Alba en Castellón, y Monóvar, Elda y Ondara, en la provincia de Alicante. 'Tenemos hecho el borrador y ahora sólo falta enviarlo al Consejo Jurídico Consultivo para que este lo apruebe y pueda entrar en vigor lo antes posible', según subrayó Serafín Castellano. El coso taurino de Algemesí fue ideado en 1943 por el arquitecto Joan Segura i Lago. La plaza de toros de Bocairente enclavada en una roca fue construida en 1843 por iniciativa de un grupo de vecinos y alberga a más de 4.000 espectadores. Los aficionados de Castellón deben su coso gracias a una sociedad de accionistas para que la ciudad tuviera una plaza de toros, ya que la anterior estaba muy deteriorada y fue derribada en 1878. La inauguración de la nueva plaza fue el día 3 de julio de 1887 con el cartel formado por “Lagartijo” y “Frascuelo”. La de Vinaroz se empezó a construir el 1 de enero de 1836, y se trata del coso español que cuenta con el mayor de los ruedos, con 44,50 metros de diámetro, y además es la plaza más próxima al mar. La plaza de toros de Villafranca es la tercera de la provincia después de la de Catellón y Vinaroz con capacidad para 45.000 personas. El coso de Morella está rodeado por el castillo y las murallas y cuenta con más de 100 años de historia. Algunas de estas plazas como las de Algemesí, Onda y Benasal tienen la peculiaridad que sus entramados son “cadafales”, que se montan en tiempo récord para la celebración de determinados festejos, lo que hace que estas plazas gocen de mayor belleza si cabe. La plaza de Oropesa está situada sobre los terrenos de una antigua cantera y data de los años 80. La de Vall d'Alba es una plaza relativamente joven, y la de Monóvar llamada la “Joya del Vinalopó”, fue inaugurada el 9 de septiembre de 2003. La plaza de toros de Elda se inauguró el 17 de junio de 1946 con capacidad para unas 4.000 personas, y la de Ondara fue construida entre finales del siglo pasado y principios de este; se inauguró el 28 de octubre de 1901, y fue prácticamente destruida durante la Guerra Civil, por lo que se volvió a reconstruir en 1957.
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