LOS MIURA.

La ganadería de los Miura fue fundada por don Juan Miura en 1842 con 220 vacas procedentes de Francisco Gallardo y Hermanos, del Puerto de Santa María. Su cría se realiza en la finca Zahariche en la localidad sevillana de Lora del Río. Sobre los Miura pesa una negra leyenda por los toreros que han muerto por cornadas asestadas por Miuras aunque otras ganaderías con menos fama han matado a más toreros, lo que ha ocurrido es que sus víctimas han sido de menos renombre. Antiguamente la gente decía que los Miuras pagaban esas terribles cornadas porque tenían el cuello más largo, al tener una vértebra más. Pero lo que de verdad les diferencia es su personalidad, ya que tienen una especie de capacidad psicológica para darse cuenta de cuando es dueño de la situación. El genial diestro Pepe Luis Vázquez dijo, que cuando sale el toro bueno, es bueno de verdad, te haces con él, y como son largos, de bonita lámina y bien armados, la corrida es un lujo. Pero si te achicas, se da cuenta y entonces va por ti. “Que no se dé cuenta de que le tienes miedo. Sobre todo que no se dé cuenta, porque entonces abusa de su poder y ya no tienes dónde meterte”. Otro gran maestro Marcial Lalanda decía que los Miuras aprendían muy rápido, y que no se les podía hacer dos veces la misma cosa, porque a la tercera ya había aprendido y sabían más que nosotros. Un hecho palpable de los listos que son los Miuras lo encontramos en una corrida de toros en Salamanca, cuando “El Estudiante”, se perfiló para matar y pinchó mal. A la siguiente entrada, el Miura ya había visto el estoque con absoluta claridad, y cada vez que “El Estudiante” ejecutaba el volapié, el toro derrotaba contra el estoque, se lo apartaba de delante y después le buscaba a él. Aquello fue una angustia terrible para el torero. Como decía al principio varios han sido los toreros de oro y plata que han muerto por cornadas de Miuras, en cambio otros con esta prestigiosa ganadería han alcanzado la gloria. Jocinero fue el Miura que mató a José Rodríguez Pepete en la plaza de Madrid en 1862. Chocero acabó con la vida del banderillero Mariano Canet Llusio en Madrid en 1875. Perdigón mató a Manuel García El Espartero también en Madrid en 1894. Receptor mató a Domingo del Campo Dominguín en Barcelona en 1900. Agujeto le segó la vida al novillero Faustino Posada en 1907 en Sanlúcar de Barrameda, y otro Miura también mató al novillero Pedro Carreño en Écija en 1930. Y Islero mató a Manuel Rodríguez Manolete en la plaza de Linares en 1947. Machaquito triunfó en Madrid en 1911 con Zapatero. José Gómez Gallito en Sevilla en 1915 con Galleguito y Capachito. Juan Belmonte se consagró en la Maestranza en 1916 con Lentejo y Rabicano. Vicente Pastor en Sevilla en 1916 con Recovero. Y Diego Puerta se consagra con Escobero en 1960. Para justificar la bravura, fuerza y temperamento de los Miuras estamos hartos de razón cuando para mostrar el enfado de una persona utilizamos la expresión: “ Entró o llegó hecho un Miura”.