Cuatro activistas de la campaña "Dímelo a la cara", acuden a la sede de la patronal en Madrid en calzoncillos y tapados con unas cajas de cartón. La intención de estos sujetos era entrar de esta guisa y entregar una carta al presidente Gerardo Díaz Ferrán, y como era lógico y de esperar la policía les prohibió el paso. "Quiero dejar muy claro que como simple trabajador que soy nunca jamás defenderé ni estaré con la patronal", pero también me pregunto si los activistas de cualquier índole han tenido una infancia desdichada, están acomplejados o padecen algún tipo de trastorno sexual ya que todas las reivindicaciones sonadas las hacen "empelotas". Se pueden exigir las cosas con más recato y no hacer el ridículo tan estrepitosamente.
LONE STAR
Hace 48 minutos
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