LA SEMANA SANTA YA NO ES LO QUE ERA.

Afortunadamente la Semana Santa ya no es lo que era, sólo faltaba que después de tantos años de democracia, aunque se conmemore la triste y dramática pasión y muerte del Redentor siguiéramos anclados al pasado. Hace cuarenta años durante estas fechas no se podía cantar ni bailar, hasta estaba prohibido hacer ruidos en exceso. Los cines y bares chapaban las puertas y hasta el mero hecho de silbar te podía acarrear problemas como clavarte una multa o algo peor. Ahora se puede cantar hasta la “Zarzamora” de la mítica “Faraona”; Lola Flores por si alguien no lo ha entendido. Se puede menear el esqueleto y bailar como Shakira, y puedes armar la jarana que te de la gana, mientras no jodas al vecino a las tres de la madrugada. Los cines no tiene que cerrar porque ya no existen, y los bares; ay los bares, estos si el tiempo acompaña se sacan las mesas a las terrazas y la gente come y bebe como cosacos. Yo he visto aquí en Torrent y como yo supongo que más gente, estar pasando las procesiones por delante de un bar, y los nazarenos tener que hacer un pequeño quiebro en la fila para no meter la túnica en el plato de patatas a la brava que se estaba hincando un menda, o recogerse el medallón para no meterlo en la jarra de cerveza que se está bebiendo el amigo del comilón y que ríe como una hiena. Yo como no soy creyente, y ya llevo tantos años viendo y viviendo el calvario de Cristo como que me importa tres leches, pero como diría el actor Fernando Tejero “un poquito de por favor”. A mí como si mientras pasan las procesiones por la Avenida, en “La Fuente de las Ranas”, hay un grupo bailando sardanas o claqué, vamos que ni fu ni fa. Bueno lo que es la base y trasfondo de la Semana Santa sigue siendo fiel a sus raíces y principios, ya sólo faltaba que en esto la tradición también se perdiera. Los nazarenos o vestas como los llaman por aquí ataviados con preciosas indumentarias y al ritmo frenético de cornetas y tambores nos deleitan las veladas. Al menos aquí en nuestra ciudad los “Pasos” van sobre ruedas y me parece fantástico ya que es mucho más práctico, no como en la mayoría de los sitios, que son transportados por los costaleros que tienen que cargar sobre sus hombros toneladas de peso y ves a esas pobres criaturas con las caras desencajadas del terrible esfuerzo que hacen, y terminan todos estos días del cuello y las cervicales hechos polvo. Como es natural el número de hermandades y cofrades o capuchinos ha aumentado considerablemente, ya que tenemos que tener en cuenta de que aquí hay gente que estos días se viste de capirote, hace muy poco que dejó el traje de fallero, y dentro de tres meses escasos se disfrazará de moro o cristiano; “vaya usted a saber”, los hay que con tal de jolgorio y fiesta va al tanatorio a velar a un muerto aunque el fiambre no sea suyo. Dicen los hombres del tiempo que estos días se avecina agua aunque esto para estas fechas tampoco es novedad, esperemos que se equivoquen y que las procesiones puedan lucir con todo su esplendor al menos este año, porque el que viene con la nueva Reforma Laboral del Gobierno lo mismo por donde desfilen las procesiones lo vallan y tenemos que pagar una entrada para ver el desprendimiento de la Cruz, alta la tenían que poner me refiero a la valla, pero capaces son; vaya si son capaces. Que ustedes lo disfruten.