CALVOS.

Desde hace unos años los calvos están de moda, y de calvo a calvo veo uno cada media hora; o como dijo Calígula: A calvo ad calvum, “del primero al último” abundan los calvos. Hay excepciones como en todo, y los hay que se dejan la cabeza pelona porque les gusta, pero una mayoría se rasuran la perola por disimular su calvicie ya que muchos tienen la coronilla como los curas antiguos, o la frente más lisa y despejada que la pared de un frontón, y así cortando por lo sano se congratulan consigo mismo ya que aquello de lo que escasean que es el pelo si se lo dejan crecer, tienen la cabeza muy mal repartida, porque al ser medio lampiños el cabello no luce por igual. Dicen que cada uno hace con su cuerpo lo que quiere, y como la olla forma parte de ese cuerpo me parece fenomenal que estos hombres para engañar su alopecia opten por dejarse el coco como una bola de billar.. También apuntan que los calvos son poderosos, dominantes y fuertes: lo de poderosos y fuertes como aquél anuncio de la tele “ aceptamos pulpo como animal de compañía”, aunque también los hay más secos y flojos que la carne membrillo, pero eso de dominantes para nada envidio, y no creo que a estas alturas del siglo XXI a ninguna mujer aunque su pareja sea calvo, le suene muy bien ni apruebe eso de “dominante”. Yo a día de hoy siempre he llevado el pelo corto, si me lo dejase largo tendría para hacerme seis trenzas, ya que gozo de una buena mata de pelo, pero si me quedase calvete para nada me importaría y luciría mi calvicie, pero creo que afeitarme la cabeza jamás ya que lo encuentro la mar de feo. También se cuenta de que a muchas mujeres los calvos como que las “ponen a tono”, pues nada a la que le guste, que manoseen a pelados y lo disfruten. De esta moda no se han librado ni los famosos y en todas las profesiones y facetas los encontramos. Por ejemplo entre los famosos actores del cine estadounidense encontramos un gran ramillete, pero famosos o no; como alguien crea que la moda de depilarse la cabeza fue cosa suya ya va listo. El primer calvo famoso de la historia del cine fue el actor de origen ruso Yul Brynner, que a pesar de no ser calvo se afeitaba la cabeza, y ya hace treinta años que el bueno de Yul Brynner murió. Cuando yo hice el servicio militar y ya hace muchos años, hasta prohibieron a los mandos del ejercito raparle la cabeza a un soldado por la mala imagen que daba, cosa que anteriormente se hacía con frecuencia cuando el militar tenía mal comportamiento. Lo que queda claro sin duda alguna es que al final la calvicie nos ganará la partida a todos, ya que como dice el refrán: “Dentro de cien años todos calvos”. Así que como de otras muchas cosas no puedo presumir, pero de pelo sí; que sean otros los que se dejen la cabeza como el culo de un bebé que yo seguiré muy feliz con mi frondoso pelo.